Londres
Rafa «Braveheart» Nadal
El exquisito público de la Central ovacionó al español. Los británicos llevan 75 años sin ganar «su torneo»
LONDRES- La grada de la Central estaba en su inmensa mayoría con Andy Murray, pero al final del partido no tuvo más remedio que rendirse ante el gran Rafa Nadal. Así son los «british» que pululan por el All England Tennis Club, elegantes y capaces de aguantar el tipo aplaudiendo a su rival mientras que su escocés se metía en el túnel de vestuarios cabizbajo. Un año más sin campeón británico en Wimbledon y ya son 75.
El humor con el que había entrado Murray a la hierba había sido muy distinto. Se mostraba aparentemente tranquilo, consciente de la misión, pero guardaba las formas. Era el de Manacor el que estaba más nervioso. No falló ninguno de sus tics habituales. El ritual de antes de los partidos lo cumplió sin saltarse un solo gesto. Y el público se comportó de una manera exquisita. Se aplaudían los puntos ganadores y se guardaba un respetuoso silencio en los errores. Nada que ver con otros torneos del circuito.
El primer set fue tortuoso para los fans del español. Se escucharon hasta peticiones de matrimonio para el escocés y los gritos de «Vamos Rafa» sonaron muy tímidamente entre las pamelas y trajes de Gucci que poblaban la zona más noble de la central. Así es Wimbledon. No hay muchas pancartas ni abunda la gente con la cara pintada y las banderas de sus héroes. Pero estaba en juego el pase a la final e incluso los más formales, a medida que avanzaba el partido, mostraron su apoyo encendido al ídolo local.
Cuando Nadal tomó las riendas del partido, mediado el segundo set, la cosa cambió y los gritos para animarle ya sonaban por todos lados. Incluso se bromeaba con la hermana de la duquesa de Cambridge, que también estaba en la grada. «Pippa se lo está pasando pipa». Comentaron algunos aficionados españoles, que también los había.
Rafa mientras seguía sumando punto tras punto. Cumplía impasible su ritual: toque al calzoncillo, obligada colocación de la cabellera tras la cinta y roce a la nariz. Los movimientos podrían parecer vulgares en cualquier escenario «british», pero a Rafa aquí ya se le perdona todo. Incluso ganar a Andy Murray para buscar su tercer entorchado en Londres. «You are a braveheart», –eres un corazón valiente», le dijo un aficionado al final del encuentro. El grito sonó igual que en la película. No había caballos ni colinas, pero el soldado más valiente había ganado la batalla y a los británicos no les quedó más que rendirse.
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