Pasaba por aquí

Un día después de la manifestación que congregó en Barcelona a miles de personas, para protestar contra la sentencia del TC sobre el Estatut, el presidente catalán, José Montilla, se felicitó por la afluencia de la movilización y restó importancia al hecho de que tuviera que salir protegido por un cordón de seguridad, después de un intento de agresión de un manifestante. Resulta sorprendente que, pese a la amenaza del mandoble, el presidente catalán afirmara ayer que la marcha fue «globalmente positiva y unitaria». O confusa, si nos atenemos a sus palabras de que «había muchas más personas que banderas independentistas. Sobre todo muchas personas sin banderas, o con la ‘‘senyera''. Personas que seguramente votaron que ‘‘no'' al Estatut, o que ni siquiera votaron, o que votaron sí al Estatut». O que, por ser malos, no sabían que hacían allí, perdidos como estaban. Como el propio Montilla, que si el sábado se le veía perdido, ahora, tras escuchar sus explicaciones, ya sabemos por qué.