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Torrijos impuso no perder la gestión de la guardería de la mujer del gerente

Torrijos impuso no perder la gestión de la guardería de la mujer del gerente
Torrijos impuso no perder la gestión de la guardería de la mujer del gerentelarazon

Sevilla- Los documentos señalan a Antonio Rodrigo Torrijos, el ex primer teniente de alcalde de Sevilla, como el hombre fuerte de Mercasevilla que movía los hilos de la gestión a través del que fuera su director Fernando Mellet.

Aparte de las declaraciones judiciales que sitúan al líder de IU en el centro de la diana como artífice de la cláusula de limitación al alza que investiga la juez Alaya en la presunta venta fraudulenta de los terrenos del mercado central y de evidencias gráficas como la famosa mariscada en Bruselas, con paseo en barca incluido, las actas de la empresa –con fecha 8 de marzo de 2004, 17 de marzo de 2004 y 14 de diciembre de 2007– indican que Torrijos fue el único –con las objeciones de los consejeros de Mercasa y del secretario general del Ayuntamiento– que apostó por que no hubiera concesión administrativa sino gestión directa de «Bolitas», lo que posibilitó la contratación como directora de Mercedes Jiménez, la esposa de Fernando Mellet, en la guardería de Mercasevilla. En su exposición pasó por alto el debate abierto sobre la externalización de este servicio a causa de sus pérdidas y que en los convenios con la Junta en ningún caso se habla de exclusividad de uso de la escuela infantil para los hijos de empleados del ente mixto.

En el acta del 8 de marzo de 2004, Mellet informó de que «tras conseguirse el desalojo de unos locales existentes en la zona administrativa se ha instalado una escuela infantil prácticamente sin coste (que ha sido sólo de 700.000 euros) ya que se ha obtenido una subvención que la cubre, estándose pendiente de adjudicar su gestión». En este punto, Torrijos manifestó que «en las concesiones administrativas siempre hay problemas porque detrás de ellas hay siempre un servicio y una responsabilidad que puede alcanzar al concedente». La comisión ejecutiva acordó «por unanimidad dejar pendiente este punto para un estudio más detallado».

En el acta del 17 de marzo de 2004, Mellet indicó que, para la concesión de la guardería, «ya tiene encima de la mesa tres ofertas de empresas especializadas, existiendo con una de ellas un compromiso formal de asumir la gestión» y abogó por «la necesidad de que la gestión se realice por una empresa externa, por cuanto Mercasevilla como tal carece de experiencia en este tipo de actividad». Torrijos se reafirmó en «la preferencia por la explotación directa» por «razones de modelo y de convicciones propias, pero también motivos económicos» al considerar que sería «rentable», por encima del canon de 50.000 euros de la adjudicataria. El resto de consejeros abogó por la externalización, a lo que el líder de IU expuso su «desacuerdo» y defendió también «la preferencia» para «los hijos de los trabajadores». Tras la votación, se acuerda «asumir directamente y a título experimental el primer curso» la guardería. Lo que Torrijos decía iba a misa.

En el acta del 14 de diciembre de 2007, en la que se habla de beneficios de 300.000 euros en la entidad, cuando posteriormente se descubrió un agujero negro, Mellet informó que «desde la creación de la escuela (septiembre de 2003), ha sido Mercedes Jiménez quien de forma directa e indirecta viene realizando las funciones de coordinación, organización, gestión y dirección del centro» y que «se le ha asignado, con efectos desde el 1 de enero de 2008, la categoría profesional de directora del centro de atención socio-educativa Bolitas».

En julio de 2010, el ex vicepresidente de Mercasevilla intercedió para que evitar el cierre de la guardería «Bolitas». Entonces, la comisión ejecutiva aconsejó el cierre pero Torrijos lo evitó amparándose en no «aumentar la conflictividad de la empresa». En 2009, la escuela infantil arrojó unas pérdidas de 50.000 euros. La esposa de Mellet antes era administrativa en Mercasevilla. La mujer de su segundo, Daniel Ponce, también pasó a formar parte de la Fundación. Todo quedaba en casa.