Sevilla
Los tutores de los médicos residentes del Infantil dimiten por los recortes
La movilización, que afecta a los futuros especialistas, se trasladará al resto de hospitales
Sevilla- El verano en los hospitales de la ciudad se presenta tenso, puesto que los profesionales sanitarios de los centros han iniciado una campaña de movilizaciones y protestas contra los recortes aprobados por la Junta de Andalucía y recogidos en el Decreto Ley 1/2012, que entró en vigor el pasado 23 de junio. Junto a las manifestaciones y paros convocados desde que se conocieron los ajustes, han dado un paso más con la dimisión de los tutores de los Médicos Internos Residentes (MIR) del Hospital Infantil del Virgen del Rocío. En concreto, lo han hecho los pediatras, cirujanos pediátricos, anestesistas, urólogos y los de los estudiantes de Medicina, lo que supone, según datos aportados por Juan Pedro Jiménez Tamplin, portavoz de hospitales del Sindicato Médico Andaluz (SMA), que más de 40 profesionales han dejado de dar cobertura a los futuros especialistas del sistema sanitario.
La decisión la tomaron hace diez días cuando renunciaron a las tareas de seguimientos de los MIR para centrarse exclusivamente en la atención sanitaria de los pacientes, dejando de lado cualquier otra labor complementaria o de formación. Con esta medida, se unen a las que se han llevado a cabo en otros hospitales de la comunidad andaluza como el Reina Sofía de Córdoba o el Carlos Haya de Málaga, donde se ha seguido una movilización similar. Conjuntamente, los médicos del Infantil también han renunciado a todas las comisiones de las Unidades de Gestión Clínica de dicho hospital, ya que según una circular interna que han enviado a otros compañeros del centro, para ellos «éstas han dejado de existir».
La figura de los tutores consiste en la supervisión y evaluación contínua de los MIR durante los cuatro o cinco años, según la especialidad, que deben dedicar a complementar su formación de manera principalmente práctica. En principio, cada uno de ellos tiene a su cargo a varios de estos médicos y de su labor depende en gran media el éxito de su futura carrera profesional. Pese a la importancia de este puesto, creado en el año 1978 y que ha convertido a esta práctica de postgrado en una de las más prestigiadas de Europa, no cuenta con remuneración alguna, ya que es voluntaria, y se lleva a cabo durante las horas libres que quedan después de asistir a los pacientes. La intención de los tutores es que el resto de compañeros de los distintos hospitales de la ciudad se sumen a la protesta.
Desde el SMA aseguran a LA RAZÓN que la semana que viene habrá una renuncia de tutores masiva tanto en el Hospital Universitario Virgen del Rocío como en el Macarena, donde también han comenzado a organizarse. Desde este último hospital, tanto los médicos residentes como los especialistas mantienen que la situación está «muy crispada» y que las movilizaciones se van a intensificar debido a «los recortes y a la presión que ejerce la dirección del centro», señala uno de los tutores que ha dejado su cargo, que también afirma que desde la gerencia «se mira con lupa cualquier acción individual de protesta para lograr una cabeza de turco».
En el Hospital Infantil, los padres de los niños enfermos ya han sido informados mediante panfletos y escritos que se reparten en la entrada de las urgencias para alertar y explicar la disminución de la calidad de los servicios que recibirán debido a los ajustes. «Estamos muy decepcionados y frustrados por la política de recortes que estamos sufriendo», comenta este médico, mientras desde el SMA ponen el acento en el caos que se puede generar en la formación de residentes si la movilización cala en el resto de centro. Para Jiménez Tamplin «estamos hablando del colapso absoluto de la formación de los futuros especialistas» y de la generación de un «desprestigio» sin precedentes para instituciones como estos hospitales. La salida de los tutores de la formación de los MIR supone en la práctica que más de 1.500 facultativos verán frenada su formación, porque la evaluación y formación de los tutores es indispensable para pasar de un curso. Es decir, no habrá ningún control de su trabajo en los distintos servicios rotatorios por los que tienen que pasar cada dos meses. Además, los tutores tampoco asisten a las sesiones clínicas que elaboran los propios MIR cada semana.
Ante este panorama de protestas, se abre una «situación no vivida» antes en este sistema de formación médica, puesto que la Comisión Nacional de Docencia deberá buscar un destino alternativo para los residentes afectados y puede eliminar la certificación de formación para estos centros sanitarios, lo que en la práctica sería la salida de los MIR de estos hospitales, con el consecuente caos que generaría.
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