Valiente y leal por Carlos Floriano

Si algo caracteriza el paso por la política de Esperanza Aguirre es su gran gestión al mando de todas y cada una de las responsabilidades que ha ostentado, la fortaleza de sus convicciones y su determinación a la hora de defenderlas.

Decía Voltaire: «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo» y si hay alguien que puede representar a la perfección esta máxima liberal, ésa es Esperanza Aguirre, puesto que no sólo defendía a ultranza sus firmes convicciones, sino que defendía, más si cabe, el derecho de contradicción que sus adversarios políticos tenían.
Firme defensora de la libertad en todos los ámbitos, del individualismo frente al colectivismo que supone el innecesario intervencionismo del Estado en todas las facetas de los ciudadanos, Esperanza Aguirre ha posicionado a Madrid con valentía y sin complejos en «ciudadela de libertad y democracia» en palabras del Nobel Vargas Llosa. No puede concebirse la historia del Partido Popular sin ella.

Valiente y leal a unas siglas para las que ha ostentado diversos cargos, desde concejal a ministra, pasando por ser la primera mujer en presidir el Senado hasta llegar a ser la primera mujer presidenta de una comunidad autónoma. Valiente en lo político, ha defendido con coraje lo que consideraba justo para los ciudadanos, y valiente en lo personal al afrontar retos como el cáncer con gran entereza.

Leal con sus ciudadanos y amigos al colocar a la Comunidad de Madrid como referente en España y a la cabeza de la recuperación económica. Leal siempre con el partido, puesto que leal no es quien te dice lo que quieres oír, sino quien da su opinión franca y sincera.

Esperanza Aguirre es de esas personas que dejan huella y, por lo tanto, que nunca se van, de las que la sombra de su legado es larga y de la que muchos, somos muchos, los que bajo ella nos cobijamos.

Carlos Floriano
Vicesecretario de organización