Aline Griffith: «Siento la crisis en mis quesos»

-«El fin de una era». ¿Qué no le gusta de este tiempo?-El paro, los modales, la forma de vestir...No soporto los vaqueros sucios y rotos, el feísmo.-¿Cómo definiría la suya, la que ya llegó a su fin?-Fue la era de la prosperidad y el glamour, llena de ganas de hacer cosas excepcionales. Un tiempo en el que se creía en el esfuerzo.-Dicen que después de la crisis nada volverá a ser como antes...-Creo que serán tiempos problemáticos y más austeros. Hay que vivir con menos lujos, aunque el lujo nunca morirá del todo.-Me parece que siente nostalgia de los viejos tiempos...-No. Si te ocupas mucho de la nostalgia dejas de vivir el presente. Y yo vivo el presente con pasión. -¿Siente la crisis, condesa?-La siento en mis quesos: cuesta más venderlos. Trabajo mucho en el campo porque me parece que podemos hacer mejores quesos que los franceses.-No sé si se ha recortado algo...-Ya no compro tanta ropa. Y no gasto en frivolidades.-Confiesa que con Franco vivíamos mejor...-Es lo que creo, pese a que yo había sido educada en los EE UU en la creencia de que era aliado de Hitler.-¿No la han puesto a parir por decir eso?-Seguro que lo han hecho y lo harán. No me importa. Creo que le critican los que más le deben. Franco creó la gran clase media española.-Franco estaba con su marido, el conde de Romanones, cuando se enteró del derrocamiento de Batista en Cuba...-Sí, y le comentó a mi marido: «Siempre lo he dicho, los dictadores nunca acaban bien».-Él no creía ser un dictador. ¿Y usted, cree que lo era?-Yo creo que era un dictador «sui géneris».-Su libro parece el Gotha. ¿Quién le fascinó?-Mucha gente: De Gaulle, Reagan, Nixon, Ferdinand Marcos...-¿Alguna vez tuvo mala conciencia por vivir en el lujo?-Asistía a muchas fiestas, pero nunca viví en el lujo. Siempre he trabajado.-Fue espía. Si tuviera que informar ahora a la CIA sobre lo que pasa aquí, ¿qué telegrama enviaría?-Presidente incompetente. Situación grave que puede ir a peor.-Y como espía, ¿qué le gustaría descubrir de ZP?-En quién confía de verdad. Y quién le influye.-A pesar de los rumores, no parece que sea la princesa de San Blas...