Gastronomía

Una vista para comerse Madrid

Palacio Cibeles suma una de las panorámicas más emblemáticas de la capital a los mejores ingredientes de su propia elaboraciónPARA NO PERDERSERestaurante Palacio CibelesDónde: plaza de Cibeles, 1.Cuándo: Abierto todos los días. De 13 a 16 h.y de 20:30 a 23:30 h. Especialidades: Verduras desu propia huerta y las tapas de jamón.

Una vista para comerse Madrid
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Desde la terraza del Ayuntamiento de Madrid, en el Palacio de Cibeles, se disfruta de una de las mejores vistas de la capital, con la estatua de la diosa abriendo el paso hacia las calles Alcalá y Gran Vía y algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Esto ya de por sí es motivo más que suficiente para acercarse a comer o cenar en el restaurante que Adolfo Muñoz, el restaurador manchego, abrió en la sexta planta del edificio. Sin embargo, cuando a la panorámica se suma un excelente jamón, aceite elaborado en su propia almazara y hortalizas de la huerta que cultivan en Belvís de la Jara, la experiencia se convierte en el equilibrio perfecto «para disfrutar de Madrid, comiendo», como asegura Javier Muñoz, director del restaurante, cafetería y terraza del Palacio de Cibeles.

Entre la oferta gastronómica que el grupo Adolfo presenta en la casa de los madrileños, el restaurante Palacio Cibeles supone el plato fuerte aunque su carta se distinga por lo contrario. «Nuestro objetivo es que después de comer se vaya a trabajar y después de cenar, a dormir, para disfrutar y a la vez cuidarse», explica Muñoz. Esto lo consiguen gracias a la preparación de una cocina saludable, en la que los ingredientes de primera calidad se elaboran de la forma más saludable posible. Por eso las recomendaciones del director empiezan siempre por el postre. «Hacemos una torrija sin fritura que hay que probar», invita. También sugiere la ventresca de dorada y tomate asado o el ciervo en salsa de vino y frutas y la flor de calabaza en tempura y pisto manchego «de mi abuela», sin sofreír.

Todo ello sin olvidar que se está comiendo en un Palacio; de hecho, la decoración es sencilla –minimalista en la terraza–, pero con un toque señorial para que se integre a la perfección con el entorno.