Champions League

Teruel

El Madrida la contra

La Razón
La RazónLa Razón

El Real Madrid no debe pensar en la posibilidad de jugar haciendo ronditos. Rinde más su mortal contragolpe. Tratar de hacer creer al público que también puede jugar al toque es inútil porque ya sabe que de sus jugadores lo que se puede aguardar es el carácter letal cuando corre hacia el marco contrario. Las primeras jugadas con peligro llegaron por las bandas con Higuaín de improvisado extremo centrador. De esa manera pudo haber marcado Cristiano. A la contra, el propio Ronaldo se topó con el cancerbero bético Casto en un balón adelantado que olió a gol. La goleada llegó por la fórmula magistral del contragolpe.

Se echó en falta la peligrosidad del argentino Di María y cuando apareció justificó la necesidad de que sea alineado. Nos encontramos con Kaká, quien hace poco ni estaba ni se le esperaba. Como Teruel, existe, y hace méritos para que se vuelva a creer en él. Da la impresión, sin embargo, de que si él brilla parece oscurecido Özil. Y no es cuestión de comenzar a polemizar sobre algo tan tradicional en el fútbol como es plantear incompatibilidades. Kaká remató la función con un gran gol, conseguido también en jugada por la banda izquierda y pase final de Cristiano. La polémica quizá inútil está fundamentada en Higuaín o Benzema. El argentino está ganando al francés.

Noticia triste fue la lesión del juvenil Vadillo. Fue retirado en camilla tras una entrada de Sergio Ramos. El chaval había dado señales de sus buenas maneras. Su paso por el Bernabéu fue, desgraciadamente, sólo un fulgor. Como el gol de Jorge Molina.