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Revolución satélite

Cuando se cumplen 10 años de la liberalización total del GPS, los fabricantes tienen lista la nueva generación de navegadores, que estarán conectados a internet, proporcionarán el estado real del tráfico en tiempo real y permitirán hasta reservar hoteles con un clic. 

Revolución satélite
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El 1 de mayo de 2000, Bill Clinton, entonces presidente de EE UU, apretó un simbólico «botón rojo» que supondría una pequeña revolución tecnológica. El Sistema de Posicionamiento Global, una herramienta hasta entonces reservada al Ejército y limitada para uso civil, se liberalizó totalmente, abriendo un infinito abanico de posibilidades que hoy, sin ser apenas conscientes de ello, se va instalando en nuestras vidas diarias.Desde 1995 podía ser utilizado para usos comerciales, pero con una precisión menor de la actual y a unos precios iniciales poco asequibles, por lo que su uso estaba limitado a la industria, el transporte o a vehículos de alta gama. Años antes, en 1983, Ronald Reagan ordenó desclasificar el sistema militar. Esta maniobra fue consecuencia del derribo del vuelo 007 de Korean Airlines. El KAL 007, que cubría la línea Nueva York-Seúl, fue abatido por los soviéticos tras penetrar en su espacio aéreo debido a un error de navegación. Murieron las 269 personas que viajaban a bordo.Fruto de la Guerra FríaLos sistemas de navegación militar a base de estaciones terrestres como Loran y Decca, utilizados durante la II Guerra Mundial, y el posterior Omega, ya con cobertura mundial, eran poco precisos, sobre todo a gran altura. La Guerra Fría hacía necesario un sistema que permitiera a aviones, submarinos y lanzaderas móviles saber con precisión desde y hacia dónde habrían de lanzar sus misiles en caso de un ataque de Moscú. Desarrollado por el investigador del Departamento de Defensa Bradford Parkinson y el ingeniero del MIT Ivan Getting, la primera constelación de 11 satélites de lo que dio en llamarse Navstar se lanzó al espacio en 1978. Dos años después, la flota constaba de 18 orbitadores que daban una amplia cobertura. El sistema se completó en 1994, con el lanzamiento del satélite número 24 y de ocho más posteriores de repuesto, que proporcionaron la actual cobertura mundial con precisión bajo todas las condiciones meteorológicas.Otros sistemas han seguido la estela del GPS. La más desarrollada es la rusa Glonass, una constelación propia de otros 24 satélites, cuya ventaja es que son lanzados de tres en tres, en vez de forma individual, lo que ahorra muchos recursos. Su mayor altitud orbital proporciona una gran precisión en el Hemisferio Norte. El sistema europeo Galileo, inicialmente planeado para 2013 pero que ha sufrido numerosos retrasos, proporcionará mayor precisión que el GPS y el Glonass, alrededor de un metro de margen de error para uso civil gratuito, y evitará la dependencia de éstos o su interrupción en caso de conflicto, como sucedió entre 1990 y 1993 con la Guerra del Golfo, cuando EE UU impidió el acceso a la señal GPS mediante encriptado. El lanzamiento de los dos primeros satélites operativos está previsto para octubre próximo y la entrada en servicio, para 2014. Constará de 30 satélites y su gestión será totalmente civil.Pero, ¿qué ha supuesto el GPS para el común de los mortales? En primer lugar, el sistema ha sido de gran ayuda para numerosos sectores. Tal y como informa la web gps.gov, del Gobierno de EE UU, «servicios de emergencia y socorro dependen del GPS para salvar vidas. Actividades cotidianas como operaciones bancarias, de telefonía móvil o de las redes de distribución eléctrica, ganan en eficiencia gracias a de la exactitud cronométrica que proporciona. Agricultores, topógrafos, geólogos e innumerables usuarios trabajan de forma más eficiente, segura, económica y precisa gracias al GPS».También ha relegado a la guantera a los viejos mapas. Planificar los viajes, encontrar los más recónditos callejones y evitar atascos son sólo algunas de las ventajas de contar con un navegador, la aplicación más extendida del GPS. El primer navegador portátil para coche fue TomTom, lanzado en 2004. Desde entonces, el crecimiento de los dispositivos con mapas digitalizados ha sido «incluso más rápido que el de los teléfonos móviles o los MP3», asegura Nuno Gomes, director de la marca holandesa para España y Portugal.Según los datos de la primera compañía del sector, hay una base instalada en Europa de entre 32 y 40 millones de dispositivos, de los que 12 millones son TomTom. El crecimiento sigue siendo rápido, y dicho parque podría crecer otros 14 millones sólo este año. En España, se vendieron un millón en 2009, lo que representa un 7% del mercado. El precio medio de un navegador es de unos 150 euros. Uno de cada cinco automovilistas usa ya uno, porcentaje que subirá hasta el 40 o 50% en 2012.¿A qué se debe su éxito? «No se trata sólo de que te lleve de un punto a otro», señala Gomes. «También se valora mucho la seguridad, conocer los puntos negros y los radares». Esta información es «muy demandada por los conductores», pero no la única. La implementación de cada vez más puntos de interés –gasolineras, aparcamientos, hoteles, atractivos turísticos o rutas– es el hueco por el que crece un mercado en continua evolución. La meteorología, el tráfico o compartir itinerarios a través de internet también son buenos reclamos. Como aliciente, pronto se podrá actualizar el navegador sin sacarlo del coche gracias a la conectividad en tiempo real, disponible en Europa este verano de la mano de TomTom y Vodafone. El nuevo modelo Go Live 1000, que incluye una tarjeta SIM, no necesita suscripciones ni activaciones, ya que incluye un año de servicios gratis, con alertas de tráfico, la posible situación de los radares móviles y reserva de hoteles con Expedia a un clic de distancia.La estrategia de los fabricantes no acaba ahí. La incursión de la geolocalización en los móviles está experimentando una explosión similar a la que tuvieron los navegadores en 2006. La navegación móvil, apoyada por la tecnología aGPS, asistida por los repetidores de señal, es más rápida y es ideal para el uso en modo peatón, lo que abre un mundo de posibilidades para multitud de aplicaciones, desde guías turísticas hasta localización de amigos, tiendas y restaurantes. Según la analista ABI Research, la penetración del GPS alcanzó a la mitad de lanzamientos de nuevos móviles el año pasado, frente a un 29% en 2008, y pronto estará presente en la mayoría. Bienvenidos al mundo en el que es imposible perderse.