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OPINIÓN: La gestión del talento

La Razón
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El interés por la gestión del talento que se inicia a finales de la década de los 90, con la publicación de un informe de McKinsey sobre «La guerra por el talento» ha crecido en la última década y, en la actualidad, es ampliamente desarrollado por multitud de empresas en todo el mundo.
Roberto Luna-Arocas, director del Master en Gestión del Talento y profesor de la Universidad de Valencia la define así: «Gestión del talento, en el contexto organizativo, es trabajar con la potencialidad y rendimiento de las personas para que, alineadas con la empresa, consigan con todo el capital humano competitividad, rendimiento organizativo y resultados excelentes. Emerge en la literatura científica y profesional como un nuevo enfoque capaz de adaptarse a los entornos turbulentos y cambiantes, para innovar, producir con eficacia y eficiencia y generar la excelencia en las empresas».
Scullion, Collings & Caligiuri, la definen como «todas las actividades que la organización realiza con el fin de atraer, seleccionar, desarrollar y retener a los mejores empleados en los roles más estratégicos (los roles necesarios para alcanzar las prioridades estratégicas de la organización) a escala mundial».
Hay dos razones fundamentales para gestionar el talento, las de oferta y las de demanda.
La oferta es escasa debido a la globalización, emigración, reducción de la natalidad, y el hecho de que los sistemas educativos de muchos países en vías de desarrollo no producen el nivel de talento que las organizaciones demandan.
La demanda se debe al cambio general de la economía basada en las manufacturas a la economía basada en el conocimiento. A medida que los servicios y los productos van siendo cada vez más intensivos en conocimiento, la atención se desvía hacia una gestión eficaz de los recursos intangibles y del capital humano.
El coaching, como proceso de mejora de habilidades personales, es una herramienta poderosa para la gestión del talento ya que puede ayudar a los empleados a desarrollar todo su potencial y poder así ofrecer lo mejor de sí mismos, reducir el stress laboral y lograr coordinar satisfactoriamente su vida personal y profesional.