Irán

«No hay pruebas de que se filtraran secretos»

Obama asegura que no se inmiscuirá en la investigación abierta por el FBI para esclarecer el «affaire Petraeus»

Obama, ayer, durante su primera rueda de prensa en la Casa Blanca tras la reelección de la semana pasada
Obama, ayer, durante su primera rueda de prensa en la Casa Blanca tras la reelección de la semana pasadalarazon

NUEVA YORK- Al presidente Barack Obama, quizá, le hubiese gustado dar su primera rueda de prensa tras ganar las elecciones dentro de un marco triunfal. Pero la cuestión del «precipicio fiscal», la dimisión del director de la CIA, David Petraeus, y el ataque de Bengasi (Libia) le impidieron paladear su victoria durante la que fue su decimosexta comparecencia ante los periodistas en solitario. Obama apareció ayer más relajado y a la vez más defensivo ante los reporteros que de costumbre. Quizá sea una advertencia de lo que será su segundo mandato, ya que ya no tiene que satisfacer los índices de popularidad ni enfrentarse a un nuevo proceso electoral. «Me voy a abstener de emitir ningún juicio al respecto de cómo surgió el asunto del general Petraeus. No tenemos toda la información. Pero confío plenamente en el FBI. Voy a esperar», respondió a la pregunta de por qué el FBI no notificó antes a la Casa Blanca la investigación que ha llevado a la dimisión de Petraeus. Respecto al «affaire» de moda, Obama reconoció que «no hay evidencias de que haya habido ninguna brecha en nuestra seguridad nacional. La gente es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Creo que el general Petraeus tiene una extraordinaria carrera. Pero, a su juicio, no cuenta con las cualidades para seguir al frente de la CIA».

Por otra parte, el ataque a la embajada de Bengasi del pasado 11 de septiembre también tuvo su protagonismo en la rueda de prensa y Obama defendió a la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, ante Bengasi. Precisamente sobre este tema comparece hoy ante el Comité de Inteligencia del Senado el ex director de la CIA David Petraeus. En un principio, no está previsto que sus declaraciones sean determinantes para la investigación. En este tipo de comparecencias, los senadores no suelen realizar grandes preguntas, sino que suelen hacer diferentes comentarios. En cambio, la comparecencia de Petraeus es diferente esta vez debido a que rendirá cuentas ante los políticos del Capitolio después de haber tenido que dimitir a consecuencia de una relación extramatrimonial con su biógrafa, Paula Broadwell.

Además del «affaire Petreaus», la comparecencia de Obama ante la prensa se centró en otros temas: la situación económica que atraviesa el país y el esfuerzo de muchas familias para afrontar la crisis, el «abismo fiscal», la situación en Siria, Irán, la inmigración y el cambio climático. La agenda del presidente para los próximos meses, y años, se presenta intensa tanto en política doméstica como en las cuestiones exteriores.

 

Férreo apoyo a la economía de la clase media
El presidente utilizó la rueda de prensa de ayer para pedir al Congreso que extienda los recortes de impuestos a la clase media antes de que los legisladores empiecen a trabajar en un acuerdo sobre el déficit. Obama también aprovechó para recordar que no aceptará más reducciones de impuestos a la clase alta de la era del presidente republicano George W. Bush. «No deberíamos secuestrar a la clase media mientras debatimos los recortes de la adinerada», recordó el presidente en clara referencia a la forma de conducir las negociaciones de los políticos en el pasado. «Ahora, nuestra economía aún se recupera de una profunda y dolorosa crisis, por lo que nuestra mayor prioridad tiene que ser la creación de empleo».