Brasil

Americana familia

La Razón
La RazónLa Razón

Querer de verdad. No conjugar el yo ni el mío, sino el nuestro, para que ninguno se sienta solo. Fortalecer la familia. Ese ha sido el mensaje del prelado del Opus Dei ante más de siete mil personas en la Universidad de Priura, en el Perú. Un anuncio que Javier Echevarría ha vuelto a repetir en Ecuador y luego en Brasil ante más de seis mil mujeres y hombres: «Ir por todos los sitios dando gracias a Dios por vuestro hogar, sin perder nunca la alegría, aunque afrontéis dificultades, aunque carezcáis de los medios económicos necesarios para salir airosos en el día a día. Recordadlo siempre: ¡la mayor riqueza que tenéis son vuestros hijos! No os desaniméis jamás». Pero éste no ha sido su único recado de estos días por la América hispana. Monseñor Echevarría se ha referido también a la educación de los hijos en la sobriedad y el esfuerzo. Llama la atención la tozudez con la que este hombre insiste a los padres para que eduquen a sus hijos en la superación. En afrontar alegremente cualquier dificultad. «No hagáis gastos excesivos que marquen la personalidad de vuestros hijos. Evitad cualquier derroche que, lejos de honrar a vuestras criaturas, lo único que busca es fomentar la vanidad tonta de los papás. No permitáis que vuestos hijos e hijas crezcan en un hartazgo que no les hará ningún bien». Se puede decir más alto, pero no más claro. Tan valiente como su defensa de la obligación de mujeres y hombres de servir con responsabilidad profesional a la sociedad.