Copa Confederaciones

Fútbol y reforma

La Razón
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Alguien dijo que el fútbol es el opio del pueblo y no le faltaba algo de razón. Un pueblo francamente enfadado con sus gobernantes como el español, por poner un ejemplo, pasaría a gozar de un estado de excitación positiva si la selección española ganara el Campeonato Mundial. ¿Se imaginan el orgullo y satisfacción de nuestro flamante ministro de Deportes en Suráfrica con el trofeo en la mano? Durante unos días habrían desaparecido todos los problemas que deben hacerle sufrir insomnio –no hay más que ver sus ojeras–, al tiempo que la gente cambiaría las lágrimas y la preocupación por demostraciones de inmensa alegría, celebraciones en todos los rincones de la geografía española... Pero dejemos de soñar ya que hace unos días TVE ofreció una entrevista con una tiradora de caracolas sudafricana, quien advertía que «La Roja» tendrá problemas para pasar de cuartos. Como siempre, vamos. Sin embargo, según esta «bruja», solventaría sin dificultad los partidos previos. Quizás por este motivo, el miércoles coincidirá la aprobación de la Reforma Laboral por decreto o proyecto de Ley, dependiendo de los apoyos parlamentarios con que cuente el Ejecutivo, con el primer partido de la selección. El triunfo de los hombres de Del Bosque hará olvidar por un rato los más de cuatro millones de parados, el déficit, el tijeretazo, las decisiones tomadas para dinamizar el mercado laboral y cualquier otra cosa. Y escribo con conocimiento de causa ya que hoy estoy feliz porque la Real Sociedad ha vuelto a Primera.