Estados Unidos

Café y yoga: recetas contra los tumores más temidos

Las revistas médicas más prestigiosas publican dos estudios en los que se asegura que el café previene el cáncer de próstata y practicar yoga mejora la salud de las féminas afectadas por un tumor mamario 

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Además de espabilar y de haberse convertido en un acto casi social, tomar café tiene un importante beneficio para los hombres. Así se desprende de un estudio realizado en la Facultad de Salud Pública de Harvard y publicado en el «Journal of the National Cancer Institute». Según los investigadores, los varones que consumen regularmente este líquido reducirían de forma considerable las probabilidades de desarrollar cáncer de próstata. En el trabajo participaron más de 47.000 hombres de Estados Unidos, que fueron entrevistados cada cuatro años sobre cuánto café consumían, normal o descafeinado. En este período se declararon 5.035 casos de cáncer, de los cuales 642 fueron mortales.
Los resultados obtenidos indican que quienes consumían una media de seis tazas de café al día, tenían un 20 por ciento menos de probabilidades de desarrollar cualquier tipo de tumor prostático. Y este porcentaje ascendía al 60 por ciento, en el caso del tipo de cáncer de próstata más mortal. Entre las razones que barajan los científicos destaca que esta bebida tiene cualidades antioxidantes y antiinflamatorias.
Otro de los tumores más temidos, es el de mama. Y para las afectadas también hay buenas noticias, ya que, según señala Lorenzo Cohen, director del Programa de Medicina Integrativa del MD Anderson (EE UU), el yoga es un arma potente gracias a las posturas, al control de la respiración, la meditación y las técnicas de relajación de los entrenamientos. No sólo mejora la salud, sino que también descienden los niveles de la hormona del estrés, el cortisol.
En el trabajo participaron 163 pacientes con una edad media de 52 años, a las que dividieron en grupos. El primero hacía yoga, el segundo sólo estiramientos y el tercero ninguna de las anteriores. Las primeras percibieron una mejoría mayor de su estado físico y mental que el resto de participantes. «Tiene un potencial para ayudar a manejar la angustia psicosocial y física asociada con el tratamiento y la vida después del tumor», afirma Cohen.