España

Ni MacGyver

La Razón
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«Desde los Pirineos se contempla el paisaje más hermoso que pueda imaginarse», dice MacGyver. «Entre plácidos bosques y ríos enfurecidos, montañeros vascos luchan, desde tiempos inmemoriales, contra Francia y España». La primera internacionalización del «conflicto vasco» se produjo el diez de noviembre de 1985, cuando la ABC norteamericana emitió el sexto episodio del ñapas más famoso de la televisión (antes de Bricomanía). Los etarras que allí aparecen son guerrilleros que viven en cabañas y hacen gimnasia en calzoncillos con la boina puesta. Naturalmente, persiguen al héroe al grito de «¡aska, aska!», remedo de euskera con acento caribeño. Intuyo que en los títulos de crédito figura como guionista Kofi Annan. Acabáramos. Si el antiguo boss de la ONU conoce cada región del mundo con la misma precisión que ha demostrado en Euskadi, ¿no se le puede exigir la dimisión con carácter retroactivo?
Que lo del lunes fue una pamema lo saben mejor que nadie las viejas glorias reclutadas por Rufino. Ni Kofi y sus chicas de oro son «la comunidad internacional» ni la pantomima de Ayete, fuera de aquí, ha interesado a nadie un pimiento. Leo a avezados analistas sostener que, en todo caso, el paripé puede servirle a ETA para justificar sus próximos pasos. La panda terrorista necesita una coartada, una «pista de aterrizaje» para poder disolverse. Es tan difícil disolverse, ¿verdad? Los montañeros vascos, para dejar de serlo, requieren de un clima propicio, templado, grato. Celosos, como son, de su imagen siempre victoriosa, han de de proteger el legado presentándose ante su parroquia como ganadores morales del combate, no por k.o. pero sí a los puntos. Necesitan «pista» para tomar tierra –manda huevos–, un decorado virtual que recree el castillo de Stormont, el epílogo que los consagre como factor decisivo en la transformación democrática de Euskadi. ¡Este atajo de ignorantes fanatizados pretende ser Mandela!
A los falsos árbitros de Ayete se les fue la mano barriendo para casa y le metieron a la declaración una ristra de puntos que sólo ETA reclamaba. Son gente generosa con los guerrilleros, más vale que sobre que no que falte. Percibo entre los partidarios del proceso contrariedad por tanta farfolla con tufo batasuno como le han colado al folio protocolario. Tanta «parte contratante de la primera parte» hace temer que la fruta no esté tan madura como algunos pensaban. Los augures examinan el reptar de la serpiente y anuncian, con todo, el advenimiento de un comunicado trascendente. Primero dijeron que sería «definitivo». Luego, que «bastante definitivo» (que es lo contrario de serlo). Veremos. Si a esta hora los etarras han colgado ya sus capuchas en eBay, tanto mejor; el taller de coches bomba debió haberse cerrado hace décadas por «cese de negocio». Si a ETA le sirve de coartada esta internacionalización de la señorita Pepis para dar por alcanzados todos sus objetivos, con su pan se lo coma y que baje ya la persiana. Su parroquia abertzale fingirá que el mérito es suyo (cero novedad, lleva años curtiéndose en la fábula y el fingimiento). El resto conocemos bien la historia y no tenemos por qué andar aparentando nada. MacGyver no era real. Sus «montañeros vascos», tampoco.