Londres

La batalla cainita que destronó a Tony Blair ya tiene guión

Por más que el laborismo se empeñe en pasar página y demostrar que es un partido renovado, el pasado siempre vuelve.

Unos documentos revelan que hubo un complot laborista para derrocar a Blair
Unos documentos revelan que hubo un complot laborista para derrocar a Blairlarazon

Supone aún un lastre sobre las espaldas de la formación, que no consigue olvidar los nombres de las dos personas que les llevaron a lo más alto, pero también dividieron a sus filas por varias generaciones. Tony Blair y Gordon Brown han vuelto así al escenario rojo. Sus odios y sus miedos han quedado al descubierto en unos documentos que, por primera vez, se han visto escritos de su puño y letra y que ahora cobran más trascendencia que nunca al arrastrar consigo a los hombres que hoy llevan las riendas de la formación. Ed Miliband, Ed Balls y Douglas Alexander, los pesos pesados de esta nueva era, fueron los que ayudaron en su día a Brown para quitar de su camino al ex «premier». Mientras que Balls, hoy responsable del Tesoro en la oposición, tenía la tarea de deshacerse de los «blaristas», a Miliband, hoy líder del partido, se le asignó la tarea de elaborar la hoja de ruta para llevar a Brown al poder y mejorar su imagen.

¿Agua pasada?
Los protagonistas de la trama insistieron ayer en que todo es ya agua pasada, pero la noticia supone un revés para la formación que después de las pasadas elecciones generales se había afanado por dar aires nuevos a sus filas y convencerles de que las batallas internas habían terminado.
El plan, llamado «Proyecto Volvo», según explicó ayer el rotativo «The Daily Teleghraph», comenzó en julio de 2005 y duró todo un año. El rotativo tuvo acceso a ficheros secretos, notas escritas a mano y cartas intercambiadas entre Blair y Brown que revelan la «extraordinaria fisura» que existía en las más altas instancias de la formación.
Brown, que llamaba a su enemigo «turbio» y «superficial», habría ordenado al que es ahora responsable del Tesoro del laborismo adoptar un enfoque «brutal» para limpiar al partido de la influencia del entonces «premier». Blair, que se sabía acorralado, advirtió a su adversario de que «la división en lo más alto» les estaba «matando».
Los documentos revelados ayer proporcionan una visión detallada del papel central adoptado por Balls en dicho complot, y revelan cómo Brown le pasaba archivos secretos que Blair le había entregado sólo a él en confianza.


Brown, como un Volvo: fiable y austero
En 2006, los resultados del «Proyecto Volvo», elaborado por una persona que trabajó en el entorno del aspirante laborista a suceder a Tony Blair, revelaba que Gordon Brown debía ser comparado con un Volvo ya que transmitía a la ciudadanía la idea de alguien familiar, fiable y austero (como el coche), mientras que David Cameron daba un perfil más excitante, equiparable a un BMW. En ese informe se daban las pautas para moldear la imagen de quien logró suceder a Blair y a quien después echaron las urnas.