Valencia
La crisis provoca que los conductores noveles recorten en formación vial
Las autoescuelas alertan del peligro que supone no tener destreza al volante
VALENCIA- La crisis se deja notar en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y la protección al volante no podía ser menos. El problema radica cuando es la seguridad y la vida de las personas lo que está en juego. Las asociaciones de autoescuelas de Valencia han alertado ya del peligro que supone la escasa formación vial de los conductores noveles que, ante las dificultades económicas, han agudizado el ingenio para obtener el carné de conducir de la forma más económica posible. La formación vial ahora es lo de menos.
«Los alumnos recortan sobre todo en formación práctica, que es la imprescindible» asegura José Luis Mena, presidente de la Agrupación Profesional de Escuelas Independientes (APEI) al hacer referencia a la nueva tendencia que se está implantando entre los jóvenes conductores. Ir a examen sin estar preparado es ahora una constante que, sin embargo, no les beneficia. «No sólo por los elevados costes de las tasas si suspenden, sino también porque no tienen la destreza necesaria y eso es peligroso».
Más clases teóricas
Desde el año 2009, las asociaciones de autoescuelas han denunciado una tendencia que, en el último año, se ha llevado al extremo. Y las soluciones no parecen claras. La opción de implantar un número mínimo de clases prácticas reguladas, como sucede en países como Alemania, no sería bien aceptada por la sociedad española según los estudios previos que se han realizado y, además, los profesores son conscientes de que no todos los alumnos necesitan el mismo tiempo de aprendizaje, por lo que ha sido descartada.
Opción más viable es la de establecer como obligatoria la asistencia a las autoescuelas «para que puedan ser conscientes de los porqués de la norma», como afirma el valenciano Paco Paz , presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Formación Vial. «Entender por qué no se debe beber al volante no es solo cuestión de leerlo en un test». Son pocos los que ahora asisten físicamente a las clases.
Los nuevos conductores, sin embargo, no piensan lo mismo. Guillem, de Valencia y conductor en prácticas, está convencido de que el problema procede más bien de Tráfico, que es el organismo que evalúa a los alumnos. «Si Tráfico nos aprueba es porque estaremos preparados, si no, no lo haría».
Nueva divergencia. Tampoco los profesores están de acuerdo con ello. El sistema de evaluación empleado por tráfico ni siquiera lo consideran el más justo. «Solo evalúa lo negativo de los alumnos, pero no sus destrezas ni la conducción eficiente», afirma Paco Paz. Tanto es así que desde APIE piensan, incluso, que Tráfico no ha puesto remedio a la situación «para intentar recaudar más». Aunque consideran, eso sí, que «no es cuestión de los funcionarios que examinan». De hecho, afirman que en los últimos años ha descendido notablemente el porcentaje de aprobados en primera convocatoria.
Aunque, por encima de todo, el peligro que supone que sean los familiares los que enseñen a conducir ahora a los jóvenes es el factor que más preocupa al colectivo. «Ahora hacen cuatro prácticas y desde la quinta son los padres los que enseñan», asegura Paz. «La gente no se da cuenta de que puede poner en riesgo su vida y la del resto de los conductores», puntualiza José Luis Mena.
Zonas más sencillas
La facilidad que Castellón ofrece a la hora de hacer los exámenes teóricos -con la mitad de preguntas que en Valencia- o el escaso tráfico de municipios como Gandía, Requena o Alzira para realizar el examen práctico han motivado, además, un incremento de exámenes en estas zonas en las que lo que prima, una vez más, es la economía. «El carné valdrá menos, pero la capacidad que tienen de afrontarse a situaciones complejas con mucho tráfico es también, mucho menor», afirman los profesores. Aunque entienden, que son zonas muy alejadas de Valencia para hacer prácticas.
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