Valencia

Sin dinero para tirar tabiques

Les obligaron a separar espacios para fumadores. Ahora ya no es necesario, pero no tocarán nada porque no tienen dinero.

Clientes fumando en una terraza de Valencia
Clientes fumando en una terraza de Valencialarazon

VALENCIA- El sector de la hostelería piensa y repiensa el modo de mitigar los estragos que la crisis económica y la recién aprobada Ley del Tabaco está provocando en su caja. Y puestos a pensar, han discurrido la figura del «guardacopas», un garante de las consumiciones del cliente mientras este sale a la calle a echarse un pitillo.

El primer mes de la entrada en vigor de la nueva normativa augura tiempos aún peores, así que los planes que muchos empresarios tenían para sus locales, tendrán que ser aplazados. Como el de realizar obras que devuelvan al estado original de los establecimientos que hace poco más de dos años tuvieron que levantar muros y mamparas para separar a los fumadores de los no fumadores.

«Estamos en plena crisis y a la expectativa de lo que pueda ocurrir», explica Gemma Pique, responsable de la Comisión de Ocio Nocturno de la Federación de Hostelería de Valencia (FEHV), para justificar que bares, restaurantes y pubs hayan decidido quedarse como estaban. Porque no pierden la esperanza de que las Administraciones recapaciten y tengan un poco de manga ancha.

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ya ha dicho que habrá diálogo, así que los empresarios esperan que tenga en cuenta el desembolso que hicieron entonces y les ofrezca algún tipo de compensación económica, ya sea en modo de subvención o de exención fiscal.

Por su parte, el conseller del ramo, Manuel Cervera, no descarta reconsiderar algunos puntos, y varios ayuntamientos han acelerado la concesión de licencias para que al menos las terrazas vayan salvando la situación.

 Por su parte desde la FEHV se comprometen a cumplir la ley y hacerla cumplir, por ello entienden que la opción de montar terrazas solucionaría uno de los problemas que ha generado la prohibición de fumar en los espacios públicos, y es el ruido que generan los clientes en la puerta de los locales. «Si la terraza es nuestra, la controlamos y podemos evitar que griten, pero en los locales que no tienen, o cuando estas cierran, no podemos hacer nada, porque no es competencia nuestra». Además, ponen de su parte y, aunque en la mayoría de las zonas no está regulado, tratan de homogeneizar el mobiliario, incluidas las estufas exteriores tan de moda en las últimas semanas, para ofrecer una mejor imagen.


La era del «guardacopas»
Objetivo: mimar al cliente. Así que si este quiere salir a fumar y tener su copa cuando regrese, habrá que satisfacerle. Y es así como nace la figura del «guardacopas» que, copiando el modelo de guardarropía, se encargará de que el consumidor no pierda su bebida. Eso será lo que tendrán que hacer los locales más grandes -en los pequeños se puede tener un mayor control sobre las consumiciones- si quieren conservar la clientela. Habrá que ver si compensa el coste de contratar a más personal y el de habilitar un espacio nuevo para ello.