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La otra revolución china

Las ventas de arte contemporáneo en China han doblado su valor en un año. Más de 6.000 millones de euros con procedencia del país asiático se gastaron en subastas, ferias o galerías durante el año pasado, el 23 por ciento del mercado mundial.

El mercado del arte en el mundo
El mercado del arte en el mundolarazon

Este empuje, sumado a la solidez inversora de los coleccionistas estadounidenses propiciaron la recuperación del mercado mundial en un año de crisis, nada menos que una mejora del 52% del gasto, hasta el total de casi 42.951 millones de euros, frente a los 28.335 del año anterior según un informe elaborado por The European Fine Art Foundation, que lleva la firma de Clare McAndrew.

«Aunque haya una gran crisis, cada vez hay más billonarios en el mundo. Y precisamente por el mal momento económico, las fortunas prefieren invertir en algo tangible, desconfían del papel, de las acciones, del dinero», explica Edmund Peel, experto en el mercado del arte. El número de grandes fortunas de Asia Pacífico ha igualado por primera vez al del Viejo Continente, a lo que hay que sumar la crisis del sector inmobiliario que favorece la búsqueda de otros sectores de inversión con posibilidades especulativas.

Buscar obras maestras

La evolución de las economías nacionales ha marcado los resultados de el año pasado. En 2010, la cuota de mercado europea alcanzó el 37%, una caída del 16% respecto a su máximo de 2003. El resurgir, según el informe que se presentará con detalle en la Feria Tefaf que se celebra en Maastrich (Holanda) esta semana, se debe a la solidez de la inversión estadounidense y al empuje asiático. Según Peel, «hay que matizar las cifras. Las ventas se refieren, sobre todo, a arte moderno y contemporáneo, primero porque hay pocas obras maestras de arte anterior disponibles, y segundo porque es un campo en el que muchos confían en adquirir una obra a buen precio y que, en unos años, pase a la categoría de obra maestra», dice Peel sobre el componente de riesgo de este tipo de inversiones. Según el informe, seis de cada diez euros gastados en arte se corresponden a ese periodo. Durante el pasado año, piezas de Modigliani, Giacometti y Picasso batieron sus propios récords de venta en subasta. Uncomprador anónimo –se especula que pueda ser Dasha Zhukova, esposa del magnate Roman Abramóvich– pagó 84 millones de euros por una obra del malagueño.

También hay otro componente, según este experto, que apunta a que los códigos del arte moderno son «más internacionales» y por lo tanto más adaptables al paladar asiático, que, a pesar de todo, sigue interesado en piezas de cerámica o porcelanas antiguas de su tradición cultural, cuyas ventas han crecido en torno a un 160% anual durante varios años seguidos.

Otro dato elocuente sobre el auge del interés en el arte en el gigante asiático es el valor de los lotes subastados en su territorio. Si en 2009 la cifra llegaba a los 2.151 millones de euros, el año pasado ascendió a 5.962 millones.

Un factor decisivo que subraya el informe para la lenta recuperación del sector en Europa es un impuesto que prevé implantar la UE sobre el comercio de piezas de arte y antigüedades a partir del próximo año, y que afectaría a Reino Unido, Irlanda, Holanda y Austria, donde todavía no está en vigor, a diferencia de España o Francia, donde ya se aplica. «En Estados Unidos no existe ese impuesto porque no hay museos públicos ni Ministerio de Cultura ni nada que se le parezca. Hay un buen sistema de compra y cesión de piezas para el público, pero luego se compensa con otros impuestos peores, como el de sucesiones, que en España apenas existe», explica Peel.