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Chávez también se desmarca de la cumbre iberoamericana

La sombra de Wikileaks sobrevuela por encima de una Cumbre Iberoamericana devaluada por las ausencias. El encuentro que comenzó ayer en la ciudad de Mar del Plata tuvo como inevitable contexto el escándalo generado por la filtración de los informes del Departamento de Estado, que involucran a varios gobiernos y presidentes, entre ellos, Argentina (la anfitriona del cónclave) y de otros países de América Latina.

Sus Majestades los Reyes y la ministra de Exteriores, en un encuentro con españoles en Mar del Plata
Sus Majestades los Reyes y la ministra de Exteriores, en un encuentro con españoles en Mar del Platalarazon

En esos cables secretos se habla de la presidenta argentina, Cristina Fernández, destapada como una verdadera «judas» tras haberse comprometido a colaborar con Estados Unidos para morigerar la política de Evo Morales hacia ese país.

Además, los «plantones» de última hora enrarecieron el ambiente de esta XX cumbre. Entre los pasillos del hotel Provincial, y siempre a micro apagado, los diplomáticos mostraron su descontento por la ausencia del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

El siguiente en caerse de la lista fue el mandatario venezolano Hugo Chávez. Versiones oficiales señalaron que Chávez tuvo que cancelar el viaje a raíz de la emergencia surgida en su país por las fuertes lluvias que lo azotan estos días, con un saldo aún provisional de 31 muertos.

Es la tercera Cumbre Iberoamericana que el bolivariano se pierde. Desde el famoso «¿por qué no te callas?» en Chile, Hugo Chávez ha estado ausente. De esta manera, la presidenta, Cristina Fernández, pierde un gran aliado y un hombro amigo sobre el que derramar sus lágrimas en el acto de honor en recuerdo del ex presidente, Néstor Kirchner, que tendrá lugar este sábado. En su lugar, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, acudió a la cita. Así, el presidente bolivariano deja «tirados» a todos sus fieles, ya que también había organizado para hoy un acto político «antiimperialista» paralelo a la cumbre, que iba a celebrarse en el estadio polideportivo cubierto del balneario marplatense. Pero, finalmente, esta «contracumbre» no será celebrada, vista la ausencia de su organizador.

Con el agua al cuello

Amén de los infaltables pleitos entre ciertos estadistas, la «comidilla» de esta cumbre fue la situación económica por la que atraviesan España y Portugal. «Los hermanos mayores de Iberoamérica están con el agua hasta el cuello», se escuchaba en el «pool» de prensa.
A este respecto, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, señaló a LA RAZÓN que ambos países «tienen espaldas muy anchas», por lo que más temprano que tarde saldrán del marasmo económico. «España es el segundo mayor inversionista en América Latina y el que la región esté en un buen momento, la favorece», zanjó.

Iberoamérica vive una situación de bonanza, con un promedio de crecimiento de 4,5% para el 2011. Además, se prevé un descenso en el crecimiento demográfico, lo que facilita el trabajo. ¿Podría llegar a ser el continente, de nuevo, la tabla de salvación de España?
Lo que es seguro es que esta XX Cumbre de Iberomárica será recordada como la más blindada. 5.700 efectivos protegen a los mandatarios, pero también hacen la vida imposible a los vecinos de Mar del Plata. Algunos tardan horas en llegar a sus casas, tras pasar interminables controles y detectores de huellas.

Muchos comercios se vieron obligados a cerrar al quedar atrapados en la zona franca marcada por las autoridades. Las principales avenidas, como la calle Colón, permanecen cerradas, mientras los chavales aprovechan y organizan partidos de fútbol en pleno asfalto. Incluso en los baños de la sala de prensa hay policías que vigilan. Mientras los profesionales intentan hacer sus necesidades –algo complicado al sentirse observados–, los agentes verifican que todo está en orden.


Sonrisas forzadas tras las filtraciones
Los cables de Wikileaks se han colado en la XX Cumbre Iberoamericana y han generado un clima de incomodidad entre los presidentes y diplomáticos que terminaron involucrados en el escándalo. A cada uno le tocó lo suyo, pero una de las peores paradas fue la anfitriona, Cristina Fernández, cuya salud mental fue cuestionada por Hillary Clinton. Sobrevuelan también las críticas de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, quien, según los informes estadounidenses, dijo que los retos de Argentina se debían a la «falta de una democracia robusta y a su inestable presidente». El brasileño Lula da Silva, también quedó expuesto, porque, según las filtraciones, sabía que Venezuela albergaba a grupos de las FARC y se lo ocultó al Gobierno colombiano. En cuanto a Chávez, protagonista indiscutible de todo tipo de cumbres, fue tildado de «loco» por un diplomático francés. Hoy, cuando los presidentes posen para la foto de familia, veremos alguna sonrisa forzada. Wikileaks ha desempolvado los esqueletos de los armarios latinos.