La Habana flexibiliza los viajes

Se trata de la reforma más importante desde que Raúl Castro tomó el poder en 2008, una medida de carácter socio económico y letra pequeña.

El Gobierno de Cuba anunció ayer que eliminará la necesidad de que los ciudadanos tengan que obtener un permiso de salida antes de viajar al exterior. Los medios de comunicación estatales dijeron que la medida, que entrará en vigencia el 14 de enero de 2013, forma parte de la «modernización» de las leyes de migración para reflejar las circunstancias actuales y futuras. Hasta ahora, los cubanos tienen que pasar por un proceso prolongado y costoso para obtener el permiso, el cual se les suele negar a los disidentes. Ahora sólo se exigirá la presentación del pasaporte actualizado y la visa del país de destino, en caso de que ésta sea necesaria. El cambio también permitirá a los cubanos que tengan residencia permanente en la isla viajar al exterior durante un máximo de 24 meses, en lugar de los once actuales, sin tener que volver a renovar los papeles. Cuba calificaba de «traidores o enemigos de la Revolución» a las personas que trataban de viajar al exterior, pero ahora reconoce que muchos que buscan emigrar lo hacen por razones económicas más que ideológicas. La resolución toma en cuenta el valor que tienen los emigrantes y el envío de remesas para la isla.

No hay que olvidar que la mayoría de los cubanos no tiene pasaporte. El Gobierno, además, se guarda un as en la manga y podrá negar la obtención de este documento «cuando razones de defensa y seguridad nacional así lo aconsejen». También alerta de la posibilidad de que Estados Unidos pueda aprovecharse de esta medida para llevar a cabo un «robo de talentos». El periodista cubano Guillermo Fariñas dijo ayer a LA RAZÓN que habrá que esperar a enero «para ver si con esta reforma se permitirá la salida de disidentes» y criticó que el Gobierno seguirá teniendo la potestad para restringir viajar a los cubanos porque «puede rechazar la solicitud de pasaporte».