Eurocopa

Roja

Villa baja a España de las nubes

Fue necesario que Del Bosque arriesgara con los cambios para que los cien partidos de Xavi con la Selección no se convirtieran en una conmemoración amarga. Faltó poco. Tras un comienzo trepidante, España se durmió, Casillas se tiró tarde y Plasil marcó en el primer y casi único tiro de Chequia en todo el partido

Los jugadores de la selección española, Xavi Hernández (2d), Santi Cazorla (i) y Gerard Piqué (2i), celebran su victoria sobre la selección de la República Checa
Los jugadores de la selección española, Xavi Hernández (2d), Santi Cazorla (i) y Gerard Piqué (2i), celebran su victoria sobre la selección de la República Checalarazon

En el segundo tiempo «La Roja» jugó con tres defensas y con la entrada de Torres y Cazorla a Villa le llegó la inspiración. Hizo el 1-1, convirtió el penalti a Iniesta y bajó a los campeones de las nubes. El 2-1 fue su gol 46, dos más que Raúl. «El Guaje» hace historia.

Después del Tour, en los años ochenta y noventa, era costumbre que los triunfadores disputaran critériums en Holanda, en Bélgica..., para «hacer caja». Era el premio añadido y una manera deportiva de aumentar la cuenta corriente. A España, campeona mundial en Suráfrica, le llovieron las invitaciones y aceptó critériums como el de México o Argentina, en fechas catastróficas, o el de Portugal, que pilló al equipo de Vicente del Bosque con el paso cambiado. La conclusión inmediata fue que la Federación Española debía seleccionar las «kermesses» con otro criterio que no fuera solo el económico.

El diluvio de homenajes, premios y distinciones, amén de los susodichos compromisos amistosos, tenía que acabarse para no degradar la imagen de «La Roja». Frente a la República Checa, un adversario que está por hacer, pero que exigía entrega total para no tropezar en la clasificación de la Eurocopa de 2012 de Polonia y Ucrania, correspondía enderezar el rumbo. Del Bosque alineó a los mejores, con Navas en lugar de Torres para frenar así las subidas de los checos por las bandas. Los checos utilizaron los carriles solo para defenderse. Formaron un tapón y ahogaron el juego vistoso y ofensivo de los españoles durante demasiados minutos.

En la cita seria anterior, en Hampden Park, se venció a Escocia 2-3 concediendo unas facilidades defensivas impropias de un campeón. Contra Chequia también hubo despiste. Empezó España como un ciclón, cuatro remates, con una meritoria intervención de Cech, dos saques de esquina y, de repente, se hizo de noche. Del fútbol-trepidante se pasó al dominio-pachanga y el ex osasunista Plasil sorprendió a Casillas con un disparo lejano que pegó en el poste antes de entrar.

Había cosas que corregir y era preciso aumentar considerablemente la velocidad para reventar el cerrojazo de Bilek. La presencia de Navas en la banda derecha no sumaba, intervenía más Arbeloa que él; y la situación de Villa en punta, en el centro, recibiendo siempre de espaldas con los dos centrales-lapa sin regalarle un centímetro le anulaban. No obstante, Cech le desvió dos fantásticos remates (minutos 26 y 43), el segundo de cabeza. Merecía mejor resultado el anfitrión; pero el visitante, cómodamente embotellado, lo impedía.

Hacia el minuto 35 empezó a calentar Fernando Torres. Uno de los dos Fernandos, el del Chelsea o Llorente, se antojaban imprescindibles en el equipo. Los centros de Arbeloa y Capdevila los despejaban los zagueros sin problemas ni contemplaciones. A Villa, 44 goles con la Selección, como Raúl, sólo le dejaban moverse y disparar cuando salía de la frontal. Y vuelta a empezar. Iniesta lo intentaba desde cualquier posición y la pelota terminaba indefectiblemente rebotada en la muralla.

Con el 0-1 y tras el descanso, Del Bosque introdujo el primer cambio: Torres por Alonso. Necesitaba otro referente arriba, alguien para distraer a los pilares checos; pero continuaba siendo un equipo lento, previsible y precipitado: «El Niño» tiraba desde cualquier sitio, flojo y sin puntería. Cazorla, entonces, entró por Capdevila. De perdidos, al río. Atrás, tres defensas: Ramos, Piqué y Arbeloa; delante de ellos, Busquets. Los demás, al ataque.

Entrar por las bandas era imposible. Pospech y Kadlec daban menos facilidades aún que Sivok y Hubnik. Pero la insistencia y el dominio de España, aunque tarde (min 69), tuvieron su premio: marcó Villa, desde la frontal. Era el gol del empate y el número 45 de David, máximo goleador de la Selección española de fútbol.

El nuevo dibujo dio sus frutos, mejoró el aspecto de España y Chequia intentó no inmutarse. El empate le servía, pero Rezek le hizo un penalti indiscutible a Iniesta. Lo tiró Villa, 46 goles. Con el 2-1 y después de tanto sufrir, de arriesgar con los cambios y echarse literalmente encima de Cech hasta derrumbarle, Marchena suplió a Navas. La victoria estaba a salvo, después de la siesta. España también sabe sufrir.


El «Guaje» supera a Raúl
Le ha costado varios postes y muchos disgustos, pero por fin David Villa consiguió convertirse en el máximo goleador en la historia de la Selección. 46 goles tiene ya después de los dos que marcó ayer. Ni siquiera dejó que Xavi tirara el penalti en el día de su centenario. Dos más que Raúl, con el que seguía empatado a 44 desde que marcó en Escocia el primer gol de España. La diferencia es que el «Guaje» sólo ha necesitado 71 partidos por los 102 que jugó Raúl. Hace tiempo que Villa asumió que él era el «7» de España. Ahora, el antiguo capitán de la Selección ya sólo le supera en partidos.Villa ya era el máximo goleador español en la historia de los Campeonatos del Mundo por delante de Butragueño, Hierro y el mismo Raúl.