Sucesos

El juez investigará el aforo en tres momentos distintos de la noche

La Policía apunta que al aforo inicial en la pista habría que sumar los que hacían botellón fuera y se colaron cuando empezó Aoki y los que bajaron de las gradas

La Policía subraya que se «sobrepasó sobradamente» el límite y apunta a una gran aglomeración en la pista en la actuación de Steve Aoki
La Policía subraya que se «sobrepasó sobradamente» el límite y apunta a una gran aglomeración en la pista en la actuación de Steve Aokilarazon

MADRID-El lanzamiento de las bengalas en el Madrid Arena no tuvo una relación directa con los hechos que derivaron en el fallecimiento de las jóvenes, según consta en el atestado preliminar elaborado por la Policía y que consta ya en poder del titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López Palop. En este sentido, fuentes conocedoras del asunto indicaron a LA RAZÓN que el informe policial pone de manifiesto la ausencia de «causa-efecto» entre las bengalas y la tragedia que sucedió a continuación. Otros aspecto relevante del dictamen se refiere a si se soprepasó o no el aforo permitido para el evento. En este punto, sólo especifica que el aforo estaba ampliamente sobrepasado, sin especificar un número concreto, en estos momentos imposible de determinar, pero se continuará con las diligencias para intentar acotar algo más ese extremo.

La Policía ha tomado ya declaración a no pocos asistentes a la macro fiesta y a vigilantes que controlaban el acceso al recinto con el fin de intentar reconstruir los momentos previos a los hechos y esclarecer todo lo relacionado con la entrada al local, es decir, si hubo asistentes que accedieron sin entrada y cómo ha sido posible que menores de edad pudieran hacerlo. Ésta es una de las líneas de investigación que llevan los agentes encargados de ella.
El atestado también relata las causas que pudieron derivar en la avalancha de jóvenes que quedaron «encerrados» en un pasillo y que originó el aplastamiento de algunos de ellos, como las cuatro chicas que perdieron la vida. En este sentido, las fuentes consultadas por LA RAZÓN apuntan a que el momento clave fue el receso que se produjo antes de la intervención del dj Steve Aoki, que era la «figura estelar» de la noche.

En ese descanso, «hubo muchísima gente» que salió del local, a fumar, a bares que había en la zona, etc, donde también se encontraba otro grupo de jóvenes, en un número indeterminado pero muy importante de personas que se encontraban haciendo «botellón». En el momento en que se anuncia que iba a comenzar la intervención de Steve Aoki, todos los que se encontraban fuera del recinto entraron, tanto los que tenían entradas como los que estaban bebiendo y no disponían de las localidades de acceso, que saltaron los tornos. Ese hecho coincidió con que otro grupo de jóvenes estaba en el pasillo para salir del recinto, momento en que se produjo el «embrollo». El número de quienes se «colaron» es otro de los aspectos que investiga la Policía. Pero, además, la investigación se centra también en un tercer aspecto: esclarecer las causas por las que en la pista había muchas más personas que entradas vendidas, con independencia de los que accedieron sin los tickets necesarios, toda vez que pudo igualmente influir en el fatal desenlace. Y ello porque está fijada la venta de un número determinado de entradas para la zona de pista, otro para la primera planta e igual para la segunda. Sin embargo, al parecer y según se desprende de los primeros datos de la investigación, no existía ningún control para poder pasar de una zona a otra, por lo que cuando inició Aoki su actuación no pocas personas bajaron desde la primera y segunda planta a la pista. Esta circunstancia es otra de las líneas de investigación abierta por la policía: determinar si había control o no para pasar de una zona a otra. Por otro lado, el juez instructor va a celebrar la semana que viene una inspección ocular, acompañado por el Ministerio Fiscal y tres policías jóvenes que se encontraban la noche de autos en el interior del recinto libres de servicio y fueron, por tanto, testigos directos de lo sucedido.