Francia

Breivik: «Lo hice para salvar a Europa del islam»

Tan sólo una hora después de que toda Noruega rindiera un homenaje a las 76 víctimas que fallecieron el viernes, el autor de los hechos, Anders Behring Breivik, llegaba al juzgado de Oslo para prestar declaración.

Breivik: «Lo hice para salvar a Europa del islam»
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El terrorista quería personarse ante el juez con uniforme policial y que hubiera público y medios de comunicación presentes. Finalmente, fue a puerta cerrada –iba a ser demasiado desagradable para la nación y temían que lanzara un mensaje cifrado– y Breivik vestía un jersey rojo de Lacoste.
El magistrado Kim Heger escuchó cómo el autor de «2083: una declaración de independencia europea» seguía en su línea de «Comandante de los Caballeros Justicieros» al justificar la matanza para «salvar a Noruega y a Europa de los musulmanes y del marxismo cultural». El «lobo solitario» pretendía liberar a Europa del islam y, sobre todo, «castigar al Partido Laborista». Según explicó Heger al terminar la comparecencia, Breivik creía que el laborismo había «debilitado al país y al pueblo y que debía pagar el precio de su traición. El objetivo de su operación no era matar tantas personas como fuera posible, sino enviar una señal inequívoca».
Aunque por este motivo se declara «no culpable», sí asume que fue él quien «activó la bomba del distrito gubernamental y el responsable del tiroteo de Utoeya». Por tanto, pasará ocho semanas detenido, las cuatro primeras en total aislamiento (hasta el 22 de agosto) y las siguientes en prisión preventiva (hasta el 26 de septiembre). Para el juez, su puesta en libertad pondría en peligro la investigación, ya que Breivik podría destruir pruebas. Además, «el acusado indicó que hay dos células más en su organización».
De hecho, ayer Europol se ofreció a las autoridades noruegas para rastrear las conexiones exteriores del asesino, cuya pista hasta ahora parece apuntar sobre todo a Reino Unido y Polonia. Aquí, la Agencia de Seguridad indicó que el noruego compró a una empresa polaca de productos químicos que se pudieron utilizar para construir la bomba. Ninguna persona ha sido detenida, ya que, según las autoridades, la relación fue puramente «comercial».
En Londres, Scotland Yard está investigando a la Liga de Defensa Inglesa, un grupo en el que el radical noruego no sólo dijo que encontró a su «mentor», sino que escribió en su manifiesto de 1.500 páginas que él había proporcionado «material ideológico» al grupo nacionalista británico. La Liga ha rechazado cualquier contacto con Breivik. Por su parte, según informa el «Financial Times», la Policía londinense ha enviado un oficial a Noruega para ayudar a coordinar la investigación.

«Debería estar muerto»
Breivik, con gesto de satisfacción tras ser detenido, abandonó el juzgado en un todo terreno de la Policía. Media hora antes, algunos noruegos fueron a increparle, y aunque se equivocaron de vehículo, gritaron que «debería estar muerto». Su propio padre, Jens, que continúa en «shock» en su residencia de Cournanel, al sur de Francia, admitió a la televisión noruega TV2 que su hijo «debería haberse suicidado antes de matar a tanta gente». Al juez Heger, Breivik le confesó ayer que no le importaría pasar el resto de su vida en la cárcel.

Hipnotizado por los videojuegos
Anders Breivik había construido un universo mágico de templarios, cruzados, enemigos imaginarios de la cristiandad en el que los estandartes, las alianzas y las batallas son más propias de un juego de rol que de un ideario político estructurado. El propio asesino de Utoeya reconoce en sus perfiles en internet que estaba enganchado a videojuegos en red sobre la Segunda Guerra Mundial en los que se entremezclan terrorismo, venganzas e invasiones de países. Asimismo, en su «manifiesto», Breivik muestra que es un activo jugador del videojuego de rol on-line «World of Warcraft», en el que se entremezclan reinos ficticios, hermandades, caballeros, paladines y doce razas divididas en dos grupos enfrentados. El contenido irreal es similar al de la saga de «El Señor de los Anillos» y no es especialmente violento pese a que el enfrentamiento racial es el eje conductor del juego. La orden creada por la mente de este asesino –Los Caballeros Justicieros– y toda la imaginería que la rodea guarda muchos paralelismos con este tipo de juegos.