Ciudad Real
Una terminal propia para importar la droga
MADRID- Controlar el acceso a los locales de ocio nocturno era lo que más dinero proporcionaba a estos clanes porque así controlaban la droga que se movía dentro. Un importante empresario se encargó durante muchos años de pasar principalmente cocaína tanto a Los Miami como a Los Búlgaros. Es Lauro Sánchez Serrano y fue detenido el pasado mes de enero junto a Ana María Camena, la «Reina de la Coca», obsesionada con la santería, y el abogado Rodríguez Casas en la «operación Colapso». Dicen que «La Reina» tenía el mayor laboratorio de cocaína de Europa y Lauro, además de ser el propietario del gimnasio Barceló –cantera de boxeadores y cachas «rompecostillas»–, importaba la droga.
Según el comisario jefe de la UDEV, Serafín Castro, que ayer explicó la operación, Lauro se interesó en «comprar en exclusiva la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real» para pasar hasta diez toneladas al mes procedentes de Suramérica y África.
Ahora, con el desmantelamiento de Los Miami en julio, y de Los Búlgaros en octubre, la Policía pone punto final a una macro operación en la que han colaborado organismos norteamericanos, colombianos y holandeses. El último golpe policial a este complejo entramado se saldó con 49 detenidos, 27 de ellos del clan de «Los Búlgaros» y 22 del de «los boxeadores», entre ellos Pablo Navascués. Según Castro, los primeros, capitaneados por «Ivo el Búlgaro», estaban relacionados con la seguridad en locales de ocio y el narcotráfico en Madrid siendo empleados por la red para hacer «los trabajos más sucios».
Para blanquear el dinero se utilizaba un despacho de abogados de Madrid, también detenidos (Rodríguez Casas), los propios locales de ocio y un gimnasio, propiedad de Lauro Sánchez. También realizaron operaciones de blanqueo en el extranjero con compra y venta de automóviles de alta gama. El entramado delictivo operaba en España desde hace más de una década. Durante las distintas operaciones policiales –«operación Ébano», «Edén», «Vampiro», «Azalea», «Telecoca», «Colapso» y «Linares»– se han conseguido incautar más de 300 kilos de cocaína y 35 de hachís, armas, vehículos, 1.035 teléfonos móviles, se ha desmantelado el mayor laboratorio de precursores de Europa, once empresas intervenidas judicialmente y 93 domicilios y establecimientos registrados.
Un tetrapléjico de «camello»
Una de las viviendas registradas y donde se pasaron muchos kilos de droga que movía la trama fue un chalé de Rivas-Vaciamadrid. Una vez que la cocaína llegaba a la capital, había eslabones de la cadena que se encargaban de llevarla hacia este chalé de Rivas. Lo hacían en moto, metían la droga en mochilas y a mitad de camino les daban el relevo en otros ciclomotores. Hasta allí llegaban «camellos» de todas partes de España a pillar droga. El chalé era propiedad de dos hermanos y el que «movía» la droga era uno de ellos que se encontraba tetrapléjico. Aseguran que, al tratarse de un discapacitado, podía evadir mejor las penas de cárcel.
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