Cataluña
Marina Geli: «No hemos sido capaces de ser más influyentes en España»
Consellera de Salud
Barcelona- ¿Cómo ve la salud de los catalanes?
– En términos médicos es muy buena, tenemos una esperanza de vida alta y una buena calidad de vida.Desde el punto de vista de alma colectiva, es más agridulce. Porque, a pesar de la crisis y de los 550.000 parados, Cataluña tiene muchas oportunidades, pero tenemos la sensación de no tener suficiente autoestima. Creía que el Estatut cerraba este tema para 20 años, pero se ha abierto una herida mucho más profunda.
– ¿Cree que el Govern ayuda precisamente a ordenar el alma?
– Risas... Es curioso, se critica a la política pero también se le piden cosas que por sí sola no puede hacer. Por ejemplo, se le da la culpa a la política de no enderezar la situación económica cuando hay un contexto mundial, español y catalán adverso. Luego, es verdad que un gobierno de coalición, de tres partidos, progresistas pero con matices, posiblemente no haya tenido una voz suficientemente unitaria. Aún así, lo que ha abierto la grieta entre Cataluña y España es el recurso del PP contra el Estatut y la sentencia del TC.
– Dice que está sentando las bases de la salud del futuro (2020). ¿Contempla posibles cambios inesperados?
– Sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer: mejorar la oferta y ordenar la demanda. Ya se está haciendo, a pesar del aumento de la población. Pero necesitamos una nueva ley de salud catalana. También creo importante plantearnos cuál tiene que ser el papel del seguro público y el del privado y determinar con cuántos recursos cuenta el sistema.
– ¿Cuáles son los límites?
– El sistema sanitario está infrafinanciado y eso, en época de crisis, se nota más. Hemos pasado razonablemente bien los últimos años, pero tenemos que ser transparentes porque hemos bajado el sueldo a los profesionales,el de los medicamentos pero no es suficiente. Podemos aguantar un año más pero tendremos que tomar decisiones: dejar prestaciones, buscar otros ingresos, ... Hemos hechos los deberes, pero hay un debate de sostenibilidad totalmente pendiente.
– ¿España no acaba de abrirlo?
– Se acordó una hoja de ruta, pero, en un momento dado, la UE obliga a reducir el déficit público, lo que lleva a dos medidas con un impacto importantísimo en el sector sanitario. El debate tiene que versar sobre cómo generamos actividad económica y cómo mantenemos el estado del bienestar: las prestaciones de paro y pensiones, salud, educación y dependencia. No es una cosa u otra, es todo.
– Pero el debate se retrasa...
– Mucho. Hemos avanzado desde 2005, pero siempre lo urgente esconde lo importante. Es verdad que tenemos un contexto politico español muy complicado. Los dos grandes partidos son los que se han de poner de acuerdo, sumando profesionales, patronales y sindicatos. Es un tema de Estado. ¿Por qué no se hace? Además, el sistema va bien, lo que no significa que sea frágil, pero es precisamente cuando las cosas van bien cuando hay que hacer pequeñas reformas. ¿Están dispuestos?
– A nivel catalán, ¿se ha sentido traicionada?
– Es muy duro negociar un presupuesto que supone el 28 por ciento del total... No hay suficiente conocimiento de lo que pasa en el sector salud. Por ejemplo, la Agencia Española decide incorporar un medicamento y esto puede suponer un gasto de 15 millones más al año. Aún así, creo que he tenido muy buena complicidad.
– ¿Repetiría tripartito?
– El Govern tiene que tener amplísimas mayorías y total influencia en España. Ahora tenemos que estar por encima de los partidos, hacer autocrítica, ver cómo nos presentamos a España y España, o una parte de ella, tiene que ver que, cuando se viene aquí, no hay ningún problema.
–¿Asume que Cataluña no ha sido influyente?
– Creo que fuimos muy influyentes en la aprobación del Estatut, pero la impresión es que no hemos encontrado el tono relacional. Nos ha pesado que ERC no lo apoyase. Es legítimo, pero desde España se vio con dificultad. Y quizás no hemos sido capaces o no hemos sabido ser más influyentes.
– ¿Ha contado con el apoyo de la Iglesia en sus decisiones?
– Sí, creo que tengo una muy buena relacion con la Iglesia catalana. Conozco su base bastante bien desde hace tiempo. Evidentemente hablo habitualmente con el cardenal y hemos podido trabajar con mucha complicidad. En temas importantes como en curas paliativas o el acompañamiento al final de la vida, hay consenso. En el aborto, creo que lo hemos hecho bien. No obligamos a practicarlo, pero tengo que garantizar que la mujeres puedan abortar. En Cataluña tenemos un hilo conductor que es el humanismo.
PERFIL
Ordenar el alma
La consellera de Salud ha logrado sacar tiempo, entre reuniones sobre cómo afrontar los recortes presupuestarios, exigir más financiación para el sector salud y atender a las demandas de los profesionales y las patronales, para poner por escrito sus reflexiones más íntimas. Cocinado entre fogones, «Ordenar el alma» (Plataforma) ha permitido a Geli «parar» y renovar energías para afrontar el futuro.
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