Inconsciencia

Llamamos inconsciente a la persona que no se da cuenta del alcance de sus actos, situación que viene provocada por lo que en Psicología se conoce como la reacción del sistema de impulsos reprimidos, pero activos, que no llegan a la conciencia. Eso es, justamente, lo que ha pasado estos días a la hasta ahora portavoz municipal socialista y colega de la Cadena SER, María José Alarcon. Es sabido, y creo que se le escapó de manera de inconsciente, que presentó su dimisión a Saura para evitar que la despidiera, políticamente hablando, claro. Es decir, «me voy antes de que me echen». Esa es la clave de todo, porque el inconsciente habla de impulsos reprimidos, pero activos, que se nos escapan de entre los dedos como el agua o el humo. A María José Alarcón se le ha escapado ese impulso traidor y lo ha soltado más ancha que larga: «Me voy antes de que me echen». El partido no la quería. Tampoco es santa de la devoción de Retegui, ni de Navarro, y, mucho menos, del Grupo Municipal que dirigía. Por eso ha hecho bien en irse, antes de que la echen. El PSOE murciano, como los socialistas de Madrid, Valencia,Barcelona, Castilla-León y Aragón anda hecho unos zorros. Es la consecuencia de un liderazgo, el de Zapatero, fallido. Y la cosa no ha hecho más que empezar. No es Alarcón ni la primera ni la última dirigente socialista que se va antes de que la echen. No es que sobre gente, es que en el PSOE impera ahora más el quítate tú que me pongo yo que los intereses ciudadanos aunque en el caso de Alarcón cabe creer que se va porque aún le queda vergüenza ajena, piensa en la gente y antes de que la echen se va por donde llegó. Todavía nos quedan por ver capítulos parecidos que nos indican la deriva del PSOE hacia ninguna parte.