Novela

Balance por Marina CASTAÑO

Balance, por Marina CASTAÑO
Balance, por Marina CASTAÑOlarazon

Me gustan los resúmenes, los balances, me encuentro con cosas que en su momento quizá pasaron inadvertidas. En fin, me gusta mirar atrás, ¿por qué no? Algunos dicen «hacia atrás ni para tomar impulso», y no es verdad, hay que mirar al pasado porque refrescar la memoria es sano, tanto para saborear lo bueno como para aprender de lo malo. Pero hoy no estamos haciendo examen de conciencia personal sino que estamos recordando los temas que han pasado por estas páginas. Hemos hablado, más bien escrito, sobre las terminaciones erótico-sensibles que puede haber en los pies; sobre las dificultades y las posibilidades del sexo entre obesos; sobre cómo encender la llamita del deseo; sobre qué hay en las cabezas femeninas en contraposición a las masculinas; sobre lo sensual que puede resultar una música y las escenas que nos pueden evocar; sobre el eterno y manido tema del fingir en la cama (tanto ellos como ellas); sobre el eternamente traído y llevado tema de la importancia del tamaño; sobre las paradójicas relaciones entre hombres y mujeres con distinta cultura y distintas preferencias; sobre las 237 razones para tener sexo; sobre la liberación de la viagra en el mercado británico; sobre los prostáticos y sus futuros problemas en sus relaciones sexuales; sobre la masculinización femenina; sobre los jóvenes y su extraña habilidad para enviar sms mientras hacen el amor; sobre el fallecido Gainsbourg y sus turbulencias sexuales… En fin, todo un año divagando y profundizando en uno de los pilares que sostienen al ser humano, o uno de los motores que lo impulsa, ya se sabe: el estómago, el afán de mando y el sexo. Pongamos ahora el orden entre estos tres resortes según el criterio de cada cual.