Logroño
Otegi el preso 303 sigue las directrices de ETA en la cárcel
Arnaldo Otegi, que será juzgado hoy en la Audiencia Nacional, se encuentra encuadrado en el «Colectivo de Presos Políticos Vascos» (EPPK) y cumple las directrices que marca ETA para este organismo, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. En la última lista publica por el EPPK en su página web, el pasado 7 de octubre, figura, con el número 303, en la prisión de Logroño.
El dirigente «batasuno» recibió, a finales del año pasado, un «toque de atención», cuando se salió de la disciplina al remitir a varios reclusos, sin autorización de la «Junta Directiva del Colectivo», misivas de contenido político.
Desde entonces, no ha protagonizado ninguna otra disidencia. Al contrario, para demostrar su fidelidad al «colectivo», participó en la huelga de hambre que, por orden de ETA, fue convocada, en enero de este año, para protestar por las condiciones carcelarias y las trabas que sufrían los familiares en las visitas a los presos.
Con el fin de que no hubiera ninguna duda, su abogada, Jone Goricelaya, lo anunció en la Audiencia Nacional durante el juicio al que fue sometido Otegi por su participación en el acto de homenaje al etarra José María Sagarduy. La letrada pidió permiso al tribunal para darle agua, ya que, según dijo, se encontraba muy débil. Se recuerda la contestación de la presidenta del tribunal, Ángela Murillo: «¡A mí, como si quiere beber vino!». Durante esa sesión, el dirigente «batasuno» tampoco condenó las actividades terroristas de ETA y, como se espera que haga hoy, intentó convertir la vista en un alegato a favor de la «solución política del conflicto».
Durante su estancia en prisión, según las fuentes consultadas, Otegi procura no destacar. Se mantiene en una línea media, sin desobedecer las órdenes del «colectivo», pero sin destacar como el primero y más ferviente cumplidor. Lo mismo ocurre cuando se plantea algún asunto sobre el debate político y las supuestas diferencias de criterio que mantiene Batasuna con ETA. Sin aplaudirlas, tampoco las rechaza de forma tajante.
El «toque de atención» que sufrió Otegi está recogido en un acta del «colectivo», fechada el 22 de enero de 2010. La «junta directiva» se quejaba de la actitud de los presos de Batasuna, que «hacen lo que quieren» y, en concreto, de su portavoz, que había creado un «mal ambiente» al remitir a otros reclusos una serie de misivas de contenido político.
Las discusiones se habían producido en torno a la ponencia que debían debatir los internos, si la denominada «Mugarri», avalada por ETA, o la «Zutik Euskal Herria», que suscribía su brazo político.
En el acta no se incluye lo que ocurrió al final, pero lo cierto es que Otegi obedeció y participó en la huelga de hambre.
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