Debate agotador por José Antonio VERA

Está claro que esto ya no da más de sí. Llevamos tal que seis debates sobre el Estado de la Nación con los mismos protagonistas, iguales argumentos, similares reproches, parecidos giros y todo para nada.

Ayer nos podíamos haber evitado las réplicas y contrarréplicas, casi calcadas a las del año anterior: Zapatero censurándole a Rajoy su actitud en tono mitin malo de Rodiezmo y pidiéndole por favor que presente ya la moción de censura si se atreve. A lo que el gallego no dice ni que sí ni que no, sino todo lo contrario. O sea, que convoque usted elecciones por el bien de España.Verdad es que la novedad esta vez estuvo en que el presidente llenó su plúmbeo discurso de llamadas a la responsabilidad y a la austeridad, increíbles e impensables hace tan sólo un año. Lo que le vino al pelo al presidente del PP para hacer un discurso redondo de cabo a rabo, bueno en la forma y en el tono, repleto de frases contundentes: «Zapatero se dispone a salvarnos del propio Zapatero», «su reino es el de la incertidumbre» o «nos engaña usted en todas las direcciones», reiterando además que la rectificación está bien, pero el problema es que en este trecho hemos perdido un precioso tiempo que nos ha costado 4,6 millones de parados, una deuda disparatada, un cierre masivo de empresas y trece puntos en el déficit del Estado. Se repite tanto este debate agotador que ya cansa lo de «no arrimar el hombro». Se lo debieron escribir a máquina al presidente en Ferraz y tuvo que recordarle el líder popular su apoyo incondicional en la lucha contra ETA, las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior, la reforma del sistema financiero o los acuerdos de Zurbano. El problema es que una cosa es apoyar lo que está bien y otra diferente el suicidio colectivo. Que es lo que se pretende.