Irán

Error histórico por Javier García Breva

La Razón
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Las renovables constituyen uno de los escasísimos casos de éxito de la industria española, en el que, por primera vez en décadas, nuestro país se ha adelantado a una tendencia que hoy sigue todo el planeta. La paralización del sector es un error histórico que va en contra de las políticas que España necesita para superar la crisis. Las renovables no agravan el déficit público ya que son íntegramente repercutidas a la factura eléctrica, como el resto de costes de nuestro sistema eléctrico.

La decisión tomada es más grave aún si consideramos el escenario energético mundial. Tras la Primavera Árabe, el conflicto con Irán (que controla el estrecho de Ormuz, vía insustituible del petróleo) marca un nuevo motivo para el alza del precio de los hidrocarburos. Al frenar las energías renovables incrementamos el consumo de las fuentes fósiles (petróleo y gas principalmente) y nuestra dependencia de las importaciones, que ya supera el 80%, empeorando la balanza de pagos. Mayores importaciones con alza de precios energéticos redundarán en un aumento de la inflación y de nuestra factura de la luz, lo que difícilmente ayudará a resolver el déficit tarifario. Un déficit que fue agravado por el anterior Ejecutivo por una errónea política de no repercutir los costes del sistema al consumidor, un error que no debería repetir el actual Gobierno. Sólo pagando por la energía lo que cuesta aprenderemos a valorarla.
Las renovables han contribuido a reducir nuestras importaciones energéticas, equilibrando la balanza comercial y, al entrar a precio cero en la casación, han reducido de forma efectiva el precio del mercado eléctrico. Sólo estos conceptos superan con creces las primas recibidas. El propio Plan de Energías Renovables 2011-2020 cifraba los beneficios en 29.000 millones frente a unos costes (primas incluidas) de 24.700 millones. Las renovables son las energías que más empleos generan por megavatio producido, con mucha diferencia, y esta moratoria mantiene la tendencia de destrucción de empleo. España necesita un cambio de modelo y las renovables son la solución, no el problema.

 

Javier García Breva
Presidente de la Fundación Renovables