Alcalá de Henares
Otro «bolero» tirado en un descampado
MADRID- Desde primeros de septiembre ya son tres los cadáveres que han aparecido en descampados con evidentes signos de violencia. Lo que en un principio parecen muertes como consecuencia de un ajuste de cuentas, se revela como la simple tragedia de los «boleros», aquellos que utilizan su cuerpo para transportar droga de un país a otro por un puñado de euros.
El último de estos correos humanos de estupefacientes fue hallado ayer en una acera junto a un solar en la avenida de América con la confluencia de la calle Nicaragua de Alcorcón, en las inmediaciones de un polígono industrial. Se trataba de un hombre de unos 40 años de edad y rasgos suramericanos. Estaba enrollado en varias mantas, tenía los pies atados con una cinta, y presentaba varios traumatismos, sangre en la cabeza, así como una posible fractura de cráneo.
Pese a las heridas, los agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional que acudieron al lugar del suceso ya avanzaron, en un primer análisis, que no se trataba de un homicidio al no presentar signos de violencia. La autopsia que se realizó posteriormente en el tanatorio de la localidad dio la razón a los agentes puesto que reveló que el hombre había fallecido de sobredosis de estupefacientes, provocada porla rotura de uno de los contenedores que había ingerido para pasar las fronteras españolas sin que se detectase la droga.
Ahora los agentes investigan dónde murió, quién trasladó el cuerpo al descampado, y si había sufrido golpes previos o los traumatismos craneoencefálicos son consecuencia del previsible desmayo al sufrir la sobredosis de drogas. Igualmente tratarán de dilucidar si los últimos cuerpos hallados en circunstancias similares tienen que ver con el encontrado ayer o no es más que una macabra coincidencia.
Golpes en la cabeza
El pasado 3 de septiembre se halló el cadáver de un joven de unos 27 años en un camino de tierra junto al río Henares, en el municipio de Alcalá de Henares. El cuerpo presentaba varios golpes en la cabeza pero, después de la autopsia, se comprobó que era un «bolero» que había fallecido al estallar la droga que llevaba en su organismo antes de que pudiera expulsarla.
La historia se repitió un mes después, el pasado 1 de octubre, en la calle San Luis de Alcorcón. Un vecino encontró el cuerpo de un hombre de entre 30 y 40 años que presentaba un traumatismo en la cabeza y llevaba muerto varias horas, según explicaron los servicios de emergencias que acudieron al lugar. De nuevo, Homicidios de la Policía Nacional se ocupó de investigar el suceso, pero la autopsia reveló que era otro «bolero» muerto por sobredosis al reventar su cargamento.
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