Falló Mourinho por Julián García Candau

Fueron menos de treinta segundos los que estuvieron a punto de dejar la obra sin argumentos. Víctor Valdés tuvo que intervenir prontamente y marró. Los porteros son especialistas en jugar con la mano y no con los pies. A Valdés le ha ocurrido varias veces que al despejar ha puesto la pelota en los pies del contrario y le ha costado un gol. No había pasado medio minuto y con su fallo el balón llegó a Benzema, que marcó. No jugó Higuaín y acertó el francés. No hubo trivote madridista como se había especulado y Mourinho alineó a Fabio Coentrao, zurdo, en la derecha. ¡Vaya invento!

Guardiola había estado preocupado durante las vísperas por Merkozy y en instantes se topó con que la prima de riesgo barcelonista había subido escandalosamente y sus acciones habían bajado al tiempo que habían subido las de Mourinho. En su alineación, con los clásicos atrás (Alves, Puyol, Piqué y Abidal), puso en escena a Cesc, quien parece que goza de la complacencia de Messi ,y dejó a Villa sentado y alineó a Alexis. Éste acabó por ser el autor del empate, pero se pasó demasiado tiempo protestando y discutiendo.

El Barcelona acabó, como siempre, encomendándose a su santo patrón, Messi, quien además de protagonizar la primera ocasión, que resolvió el santo patrono madridista, Iker Casillas, proporcionó al chileno el pase del gol. Con el empate, el equipo barcelonés volvió donde suele. Se hizo con el balón, creó más ocasiones de gol y el tiro de Xavi y el remate de cabeza de Cesc, que puso el tercer tanto en el casillero azulgrana sentenció el partido.

José Mourinho volvió a perder la pelea contra el Barcelona.