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Paloma San Basilio: «Nunca he encontrado sexys a los ricos»
-Será «La viuda alegre». ¿Tiene o ha tenido algo de viuda alegre?
-Nunca me he sentido viuda. El negro no me gusta. Si fuera viuda, iría de naranja, sería una viuda «hare krishna». Tengo más de alegre que de viuda.
-¿Le ha tentado alguna vez darse al lujo y el frenesí?
-Me encanta el lujo, pero disfruto de los contrastes: puedo pasar del lujo a la máxima austeridad sin problemas.
-Cuénteme algo de la última vez que fue austera...
-Atravesé el Tibet, de Lasa a Katmandú, en una furgoneta destartalada, comiendo sólo frutos secos y chocolate.
-En la opereta, la economía del pequeño país depende de la fortuna de la viuda y, claro, no quieren que se vaya. ¿Usted se sacrificaría por la patria?
-No tengo sentido de patria. Mi patria es mi corazón y mis ojos. Si fuera la viuda de la opereta, diría adiós a la patria y me iría a vivir donde quisiera.
-No tiene mucha fe en las patrias...
-No, porque cogen tu dinero y lo malversan. Aquí tenemos un buen ejemplo: el derroche de las Administraciones es amoral.
-«La viuda alegre» es un enredo sobre el dinero y el amor. Todos decimos que nos importa más el amor que el dinero. ¿Mentimos como bellacos?
-Mentimos como bellacos, sí. El «contigo pan y cebolla» no funciona, generalmente. Y sobre todo a cierta edad.
-Por cierto, hay más viudas que viudos...
-Los hombres tienen la manía de morirse antes. La verdad es que las mujeres estamos más preparadas para sobrevivir. Aguantamos más y mejor.
-Si quiere saber el valor del dinero, intente que le presten un poco...
-Los bancos tienen la fea costumbre de prestar sólo a los que lo tienen.
-¿Ve en los ricos un atractivo especial?
-Nunca he encontrado sexys a los ricos. Ni siquiera a George Clooney.
-¿Aceptaría una serie de TV como la que le han hecho a Raphael?
-No soy partidaria. Siempre hay necesidad de morbo.
-¿No tiene miserias que mostrar?
-Todos tenemos zonas oscuras. Nos pertenecen. Si las exponemos a la luz, ya no nos pertenecen.
-Usted no bebe antes de salir al escenario, creo.
-Sólo un té con miel. Y fuera del trabajo, una manzanilla o una margarita de vez en cuando. Sólo una. Si bebo más de una, me duermo. Soy muy aburrida en el alterne.
-En fin, que no es viuda, pero sí tiene fortuna...
-Cada día necesito menos. Sí, tengo lo suficiente para vivir. ¿Y usted?
-También, pero sólo si me muero hoy antes de la cena...
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