Cataluña

Más de 200 multas por lanzar colillas desde el coche desde enero de 2011

La sanción, infracción grave, supone 200 euros y la pérdida de 4 puntos

Más de 200 multas por lanzar colillas desde el coche desde enero de 2011
Más de 200 multas por lanzar colillas desde el coche desde enero de 2011larazon

Barcelona- «No tire colillas sin apagar. Cuando un monte se quema algo suyo se quema. ¡Hay que evitar los incendios!». Ésta frase no pertenece a la última campaña de prevención de incendios del Gobierno. Mucho antes del celebérrimo «Todos contra el fuego», el conejo Fidel, un dibujo animado de 1962, aparecía en las pantallas de los televisoress como portavoz de la Dirección General de Montes para concienciar del peligro que suponía fumar en zonas boscosas. Aunque parezca difícil de asimiliar, 40 años después, la lucha continúa.

La población sigue sin asimilar el peligro y sólo en Cataluña se han impuesto 212 multas a conductores o pasajeros que han tirado la colilla por la ventana desde el 1 de enero de 2011. Un cigarrillo mal apagado fue la causa de la quema de 14.000 hectáreas en el Empordà en apenas cuatro jornadas, el incendio más devastador de las últimas décadas. El Servei Català de Trànsit indicó ayer que 185 de las multas que se han emitido son firmes, es decir, el conductor ha sido amonestado con 200 euros y cuatro puntos del carné de conducir, y otras 27 están en proceso y no se han cobrado, o bien porque se han recurrido o porque tenían «algún efecto de forma o fondo».

Mientras el Govern desplega su ofensiva contra las imprudencias de los conductores fumadores, la mitad de los efectivos (unos 1.300) que trabajan en la extinción del incendio, se retiró ayer a sus bases después de que el incendio entrase en fase de control. Todas los esfuerzos estaban puestos en Terrades y alrededor del pantano de Boadella, los puntos más sensibles y donde se concentraron la mayoría de efectivos, según explicó el delegado de la Generalitat en Girona, Eudald Casadesús, que añadió que la parte oriental «está bien». Casadesús, que recorrió el perímetro del fuego junto a representantes de la Generalitat, explicó que sus «primeras impresiones» se centraban en que Avinyonet de Puigventós, Llers y Cistella están «muy tocadas».

Durante todo el día, y a pesar de que el viento sopló con rachas de 40 kilómetros por hora en algunos momentos, 450 efectivos, entre bomberos de la Generalitat, miebros de la UME y agentes frances trabajaron remojando toda la zona arrasa. Ocho helicópteros, cuatro avionetas y dos hidroaviones apoyaron las táreas de extinción. Los bomberos pronostican trabajar sobre el territorio hasta el domingo.

En cuanto a los cinco heridos por los efectos del incendio, todos evolucionan favorablemente en el Hospital de la Vall d'Hebron y el Josep Trueta de Girona, pero uno de ellos, con el 75 por ciento de quemaduras en su cuerpo, permanece en estado crítico.

 

Daños, ayudas y lucha por el turismo
La Diputación de Girona comunicó ayer que, además de lanzar un paquete de ayudas para la reforestación y el mantenimiento de la zona arrasada por el fuego, también asumirá los gastos de primera necesidad en los que hubiesen incurrido los municipios y que no puedan asumir. «Estamos hablando de alimentos, alquiler de alguna maquinaria, comida para bomberos, etc», apuntó el portavoz de CiU en la Diputación, Pere Vila. Por otro lado, mientras se evlaúan los daños, el sector turístico trata de no perder fuelle. Así, los cámpings de Girona realizaron ayer un llamamiento a sus clientes para frenar las anulaciones, ya que sólo el de Les Pedres, en el término de Capmany, ha sido afectado por las llamas.