Deportes
Héroes y villanos
¿Por qué son tan guarros y tan mal hablados? ¿Por qué unos personajes victoriosos tienen un vocabulario tan limitado y unas formas tan vergonzantes? ¿Por qué unos atletas que han demostrado gran clase y aclimatación a la guerra desde la elegancia, rompen su molde? Me refiero a nuestros aclamados jugadores de la selección campeona del mundo. Ahora que se ha calmado la algarabía y, si se apura, la resaca, procede analizar comportamientos que, al provenir de quienes van a ser imitados por miles de niños, aparecen inadecuados. En aquellos días, a mi amigo Rogelio le llegaron unas cuantas protestas de ciudadanos normales criticando que el héroe mediático Casillas, junto con otros compañeros, recurriera, en la exhibición en la madrileña explanada del Rey, a palabras soeces como limitación de su léxico en lugar de primar las buenas maneras, máxime cuando provocan claros efectos miméticos. Y mención especial por su mala y despreciable educación merece el escupitajo de un triunfador como Gerard Piqué contra el delegado de la selección. No sé qué debieron sentir él y sus animadores para ejecutar, más bien perpetrar la hazaña. ¿Qué hubieran sentido ellos si el humillado hubiera sido su progenitor? Por muy acostumbrados que algunos estén a escupir cuando juegan (hay muchos futbolistas que no lo hacen), hay mucha diferencia a hacerlo contra una persona. La imagen rebosaba humillación y desprecio. Y lo que es más triste, ni siquiera se han dignado, tampoco la Federación, a mostrar arrepentimiento ni pedir perdón. Ha sido el ninguneado quien les ha dado ejemplo de gallardía y educación al quitar importancia al gesto y atribuirlo a la juerga del momento. Así es la vida.
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