Alemania y otro

Alguien definió el fútbol como un deporte en el que juegan once contra once y al final siempre gana Alemania. Además, los germanos están picados con nosotros por lo de la final de la Eurocopa y no hay nada más preocupante que un alemán enfadado y peor si son once.Vaya por delante que el abajo firmante es un optimista empedernido, aunque ahora no me llega la camisa al cuerpo. Si pasamos, luego nos esperan o los holandeses, que aún se acuerdan de Flandes y el duque de Alba, o los uruguayos, que me caen muy bien, pero reparten estopa que da gusto.Dicho esto, pese a todo, vamos a ganar este Mundial de Suráfrica y España entera –de norte a sur– será una explosión de júbilo que va a tener que hacer reflexionar a más de uno.Supongo que dada mi condición de jurista, avalado por un doctorado, 23 años de clases en varias universidades y otros tantos ejerciendo de abogado, esperarían un artículo sobre la sentencia del Estatut, pero no entiendo muchos aspectos de la resolución que con tanta frescura analizan los supuestos expertos, ni menos aún la reacción de los políticos en general.Mi elemental sentido de la prudencia me obliga a opinar de lo que me parece más comprensible y es más fácil ganar el Mundial que salir del lío en el que nos han metido unos cuantos.