Castilla y León
Servicios mínimos del 30%
La huelga afectará a miles de viajeros de más de 20 líneas. La empresa abonará los billetes en caso de anulaciones
MADRID- Desde abril mantienen su huelga los alrededor de 400 empleados de Auto-Res. En total son unos 270 conductores que enlazan la Comunidad de Madrid con más de veinte destinos entre los que se cuentan varias localidades de la zona mediterránea, como Valencia, Castellón, Peñíscola, Benicasim y Oropesa, además de Vigo y Pontevedra en Galicia, o Salamanca y Teruel, en Castilla y León. Todas sus líneas parten de la estación Sur de autobuses dónde ayer la actividad era la habitual de cualquier día de agosto.
Los usuarios de Auto-Res pudieron realizar los viajes con normalidad, los que lo van a tener más complicado a partir de mañana serán los miles de viajeros que se trasladan de provincia con esta empresa. En concreto, los sindicatos han convocado paros parciales de diez horas para los días 6, 13 y 21 de agosto (desde las 14 horas hasta las 24 horas), mientras que los días 8, 14, 15, 16, 22 y 29 de este mismo mes, y el 1 de septiembre, los paros se realizarán durante toda la jornada.
Durante estos días y en los horarios indicados sólo se prestarán servicios mínimos. La compañía ha establecido estos mínimos en un 30 por ciento de la actividad habitual. En caso de que los sindicatos no cumplan con el servicio pactado para la huelga y se produzcan anulaciones, Auto-Res (Grupo Avanza) abonará a sus clientes el importe total de los billetes no disfrutados. Los viajeros que ya hayan comprado sus billetes para cualquiera de los días en que se producirán paros, podrán también reembolsar sus tickets.
Además, aconsejan a los viajeros que confirmen la disponibilidad de plazas en los autobuses a que se mantendrán por cada línea para evitar sorpresas desagradables una vez en la estación.
La plantilla de Auto-Res se ha reducido a casi la mitad en los últimos tres años, según denuncian los trabajadores. Asimismo aseguran que se están llevando a cabo despidos que no atienden a razones, a su juicio, justas y dicen que la empresa está intentando imponerles rebajas salariales que no están dispuestos a facilitar. Las negociaciones, según la compañía, marchan a buen ritmo.
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