Grecia

Motivos para preocuparse por Miguel Ángel Rodríguez

La Razón
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El viernes pasado se dio a conocer que el sector no agrícola creó 240.000 empleos en EE UU, con una reducción en la tasa de paro hasta el 8,2%. Sólo unos días antes, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, aseguraba que estaba dispuesto a sacar la artillería de su política monetaria porque no estaba satisfecho con la recuperación y con el ritmo de descenso del paro. Está claro que no estaba informado de los sorprendentes datos.

Para muchos economistas, incluso de la Reserva Federal, parecía evidente que EE UU había retomado la senda de la recuperación y que las políticas monetarias y los estímulos estaban dando frutos. ¿Qué es lo que le preocupaba a la Fed?

Está claro que algo más. La exposición del Gobierno americano a la deuda griega supera los dos billones de euros y los fondos de inversión americanos de mercado monetario mantienen un nivel de riesgo considerable con bancos europeos que a su vez se verían afectados por una quiebra desordenada de Grecia.

Que el efecto de una quiebra griega está siendo infravalorado lo podemos apreciar en la cotización del euro contra el dólar. La agencia Fitch ha manifestado que un evento de este tipo podría afectar y hasta bloquear el sistema de pagos internacionales. Todo ello sin tener en cuenta el inevitable efecto contagio, con el inmediato ataque a la deuda portuguesa, española e italiana. El BCE tendría que intervenir.

Ahora sabemos que las conversaciones para el segundo rescate no estaban tan avanzadas. Y eso sí lo sabría Bernanke, que con sus declaraciones logró hacer caer al dólar. La Reserva Federal, el banco central más influyente y proactivo del mundo, no está tan preocupada de la recuperación de su economía como de las consecuencias desastrosas que la quiebra griega podría acarrear a la economía mundial.

De momento la solución parece lejana. Merkel se muestra intransigente y los partidos griegos se niegan a realizar los recortes exigidos. En cualquier caso, el camino de la dureza y de la presión no lleva a ningún sitio y un «default» de Grecia podría tener consecuencias de las que nos podemos estar lamentando durante largo tiempo.

 

Miguel Ángel Rodríguez
Analista asociado de XTB