Copa del Rey

Barcelona

El Camp Nou ignora a «Mou»

No está el lunes acostumbrado a albergar un clásico. Lo suyo es deprimir a la gente que vuelve a trabajar después de un fin de semana de asueto. Así que decidió protestar. Lo hizo en forma de lluvia y con el día más frío del año en Barcelona. Pero ya podía nevar que un Barça-Madrid puede con todo. Y éste, más.

Artur Mas, el futuro presidente de la Generalitat, presenció el partido desde la grada, no desde el palco
Artur Mas, el futuro presidente de la Generalitat, presenció el partido desde la grada, no desde el palcolarazon

El Camp Nou hizo bueno el tópico y presentó una imagen impresionante, la mejor entrada de la temporada, convirtiéndose en el jugador número doce. Pero ayer también fue un día especial en Cataluña, después de que se celebraran el domingo unas elecciones. Así que el palco presentó sus mejores galas. José Montilla, cabeza visible de la estrepitosa derrota del PSC, encabezó la representación política. El vencedor de las elecciones y futuro presidente de la Generalitat, Artur Mas, no confirmó su presencia hasta última hora y no hubo tiempo de ubicarle en la zona noble del estadio. Pero no faltó a la cita futbolística del año y se sentó en la grada. Al palco no faltaron Josep Lluís Carod-Rovira, vicepresidente de la Generalitat en funciones, y Ernest Benach, presidente del Parlament. También acudieron dos campeones del mundo como Toni Elías y Dani Pedrosa.

El esperado regreso de Mourinho al Camp Nou fue más ignorado que otra cosa. El Barça había pedido a su afición que se centrara en animar y se olvidara del luso. Obedientes, los «culés» así lo hicieron. Aunque tras el cuarto gol de Villa no se pudieron aguantar y reclamaron la presencia del técnico. «Mourinho, sal del banquillo», gritaron. El luso aceptó su papel y fue un protagonista secundario del choque. La imagen de su equipo no le permitió lucir los aspavientos a los que tiene acostumbrados a los aficionados del Camp Nou.

Todo lo contrario que con Mourinho ocurrió con Cristiano Ronaldo, que se convirtió el centro de todas las críticas desde que pisó el césped para calentar. El incidente que protagonizó con Guardiola en la primera parte, pésima actitud la del técnico, no ayudó, y los jugadores del Barça se unieron al público recriminando al portugués su chulería. El primero, como hace dos años, un casi siempre tranquilo Andrés Iniesta. En el banquillo, Mourinho seguía sentado. Lo de ayer fue teatro. Teatro del bueno.