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Desaparece el marido de la mujer que fue forzada a abortar embarazada de 7 meses

El marido de la mujer china que fue forzada a abortar embarazada de siete meses, cuya foto circuló por internet suscitando una gran polémica, ha desaparecido después de ser acosado durante varios días por oficiales locales, asegura hoy el "South China Morning Post"(SCMP).

El diario afirma que Deng Jiyuan, de 29 años y padre del malogrado bebé, desapareció el pasado domingo, y que tanto él como otros miembros de la familia estaban siendo acosados por oficiales de la ciudad de Ankang, en la provincia de Shaanxi (centro oeste de China), donde residen.


Las denuncias de acoso se producen apenas diez días después de que las mismas autoridades de Ankang pidieran disculpas a la víctima del aborto forzado, Feng Jianmei, llegando incluso a destituir a tres funcionarios y a pedir que se llevase a cabo una investigación sobre el trabajo del Buró de Planificación Familiar de la provincia.


El escándalo se desató cuando, días atrás, se difundieron en internet varias imágenes de Feng, de 27 años, en las que aparecía postrada en la cama de un hospital junto al cadáver del feto, a la vez que ella confesaba que fue detenida durante tres días, forzada a abortar y a firmar un documento de consentimiento.


Feng no podía afrontar la multa económica (de alrededor de 40.000 yuanes, más de 5.000 euros) que se impone en China por el segundo descendiente en virtud de la política de hijo único vigente en la potencia asiática.


A pesar de las disculpas de las autoridades, el diario chino asegura que oficiales acosaron a los parientes de la víctima y, tanto el citado diario como otros medios digitales chinos, añaden que decenas de vecinos se echaron a la calle en Ankang durante el pasado fin de semana para insultar a Deng y su esposa y colgar carteles llamándoles "traidores".


Deng Jicai, hermana del desaparecido, cuenta al rotativo que el acoso aumentó cuando trascendió que éste pensaba ir a Pekín para conceder una entrevista sobre el aborto y después de que la familia hiciera declaraciones a un semanal alemán.


El pasado domingo, asegura Deng, más de cuarenta personas se congregaron a las puertas del hospital donde permanece ingresada Feng para "gritar y llamarnos desagradecidos y traidores, ya que, aunque el gobierno había prometido resolver el asunto, hemos continuado hablando con la prensa extranjera". "Mi primo -continuó-, que hizo fotografías de ellos (los manifestantes), resultó herido, con cardenales y arañazos por todo su cuerpo".


Así, la hermana del desaparecido asegura que, aunque al principio pensaban que Deng habría huido empujado por la presión de los vecinos, ahora están "preocupados porque no podemos contactarle". "Fue vigilado, seguido e, incluso, golpeado, en las distintas ocasiones que intentó marcharse hacia la capital (para la entrevista)", dijo, y añadió, "nos sentimos como prisioneros".


Por su parte, un oficial del condado de Zhenping (al que pertenece Ankang) negó al SCMP, sin identificarse, que el gobierno local tuviese "nada que ver"con las protestas de la ciudad.
La política de hijo único se instauró en China en 1979 con el objetivo de establecer un control radical de la natalidad en el país más poblado del mundo.