Esteban Parro: «Los políticos no hemos de irnos sólo cuando nos echan»

MADRID- En un pleno extraordinario, Esteban Parro renunciará hoy a su cargo como alcalde de Móstoles. Pone así fin a dos décadas de trabajo dedicadas a esta ciudad que, como él subraya con orgullo, han sido «algo irrepetible». Se va porque comprometió su palabra con los mostoleños de que sólo estaría ocho añós y convencido de que su sucesor, Daniel Ortiz, «será un magnífico alcalde».

–¿Qué sensaciones tiene en el día de su adiós?
–Son sensaciones triples. En primer lugar, orgulloso por haber sido nombrado senador y tener un trabajo al que políticos como Aguirre y Rajoy entienden que debo ir. En segundo lugar, nostálgico por dejar de ser alcalde de Móstoles. Y también satisfecho porque el trabajo que he realizado ahí está, y está bien valorado por los ciudadanos.

–¿Con qué imagen le gustaría que le recordaran los vecinos?
–La imagen sería la de la imposición de la medalla de honor al Rey en el día en que Móstoles se convirtió en la capital de España en 2008, con motivo de la celebración del bicentenario del 2 de mayo. Estuvieron presentes no sólo el Rey y la Reina, sino toda la Familia Real, los presidentes del Gobierno, del Senado, del Congreso, del Constitucional, la presidenta de la Comunidad de Madrid y tantas personalidades que dieron el empaque de capital de España por un día a la ciudad de Móstoles. Ello significó elevar el concepto de orgullo de ciudad y de ciudadano y ése creo que es el símbolo de mi gestión.

–¿Y cuáles destacaría como los principales logros de sus años como alcalde?
–He hecho un gobierno para gobernar con los ciudadanos, he elevado el concepto de participación ciudadana. He gobernado con asociaciones de vecinos, culturales y deportivas y he estado muy cerca de todas las asociaciones del mundo más necesitado. También, gracias a la gran colaboración de la Comunidad de Madrid, hemos protagonizadograndes hitos para la ciudad en estos años. La hemos convertido en una ciudad universitaria, en una ciudad en donde el deporte ha sido estrella. Además, hemos construido el segundo hospital de Móstoles, el Palacio de Deportes...

–Su futuro está en el Senado y en la Asamblea. La Ley no le obligaba a renunciara a la Alcaldía. ¿Por qué lo hace?
–Cuando llegué a la Alcaldía prometí que estaría ocho años y los he cumplido ya. Creo en ese aspecto de la democracia: los cargos deben ser temporales. Es el momento porque el gobierno está muy bien formado y hay un equipo de concejales liderado por Daniel Ortiz que están haciendo un trabajo extraordinario. Creo que no se va a notar mi falta. Pero sobre todo me voy por la palabra que les di a los mostoleños de estar ocho años. Y también porque ir al Senado, ser diputado regional y, además, alcalde es algo que no me lo perdonaría nunca.

–¿Cree que la limitación de mandatos y la incompatibilidad de cargos debería regularse por ley?
–No. Yo no quiero ser ejemplo para nadie. Yo me lo impuse a mí mismo y así se lo hice saber tanto al presidente nacional como a la presidenta de la Comunidad. Les dije que éste era mi compromiso y que lo quería cumplir. Al final no pudo ser porque los ciudadanos y mi partido me pedían que me presentara. Me presenté y ahora llega esta oportunidad, pero yo no quiero imponerlo a nadie como ejemplo. Entiendo que para mí tienen que ser las cosas así. Es como mejor rindo, para tener ilusión por hacer un trabajo nuevo y he hecho un trabajo que está muy bien valorado por los ciudadanos. Creo que hemos de marcharnos cuando estamos arriba, no cuando nos echan.

El HOMBRE QUE CONQUISTÓ EL SUR
El 25 de mayo de 2003, Esteban Parro se convirtió en el primer candidato del PP al que las urnas convertirían en alcalde en el llamado «cinturón rojo» de Madrid. «Aquel día fue un símbolo. Los alcaldes socialistas de esta zona creían que los gobiernos de las ciudades del sur eran su cortijo. Se empezaron a dar cuenta de que aquello que empezó en Móstoles iba en serio. La ola del Partido Popular les ha pasado por encima». El camino hasta lograr la mayoría absoluta no fue fácil: «En los primeros ayuntamientos democráticos, tuvimos cero concejales. Hoy, sin embargo, los socialistas sólo gobiernan en Parla y Fuenlabrada. Me siento orgulloso de haber sido un trampolín del cambio para otras ciudades».