La Junta pagó 200 euros por hora en cursos para parados de la construcción

SEVILLA- En plena crisis económica, el Gobierno de Zapatero destinó dentro del «Plan E» 8.000 millones de euros en pequeñas obras en los ayuntamientos de España. Fue su propuesta estrella contra el aumento del desempleo en la construcción. En Andalucía, la Junta se sumó a la iniciativa con un plan propio que denominó Proteja y que tuvo dos ediciones –2009 y 2010–. La Cámara de Cuentas publicó ayer el informe de fiscalización del proyecto, que incluye datos sorprendentes: la Junta pagó 200 euros por hora lectiva y cada alumno le costó más de 12.000.

El Proteja tenía dos partes. Una era para obras y la segunda para formación. A esta partida se destinaron inicialmente 60 millones, reducidos luego a 41,2. Los obreros contratados se comprometían a hacer un curso de reciclaje a cambio de disfrutar de un contrato de trabajo durante los meses que durara la ejecución del proyecto. El dinero de estas acciones formativas era gestionado por una fundación de la Consejería de Empleo, Faffe.

La Cámara de Cuentas revela que estos cursos obligatorios no se daban. Argumenta que había «desinformación del alumno respecto a la obligatoriedad, ausencia de motivación o ineficiencias y retrasos en la fase de contacto e información». Constata que Faffe, que organiza acciones formativas con regularidad, imputó los gastos de formación, personal y gestión de cursos ya programados a la partida del Proteja, «independientemente del porcentaje del alumnado que no provenía de la realización de obras con cargo a estos fondos». Hasta tal punto, que un curso sólo contaba con un alumno de este programa y se cargó en su totalidad a esa partida. La cifra media de estudiantes ajenos era del 40,4 por ciento.

Hasta finales de 2010, la Faffe realizó 155 cursos en el ámbito del Proteja y otros 40 estaban activos. Se beneficiaron 1.287 alumnos. Los contratos realizados para trabajar en las obras fueron de 9.928, o lo que es lo mismo, sólo el 12,96 por ciento cumplió con su obligación de hacer después el curso.

Con estos datos, cada curso con cargo al Proteja costó 72.500 euros y cada alumno 12.300. El coste de una hora lectiva fue de 200 euros.

Además, el órgano de control advierte de que el Servicio Andaluz de Empleo no adoptó ninguna medida contra los alumnos que incumplieron el compromiso de asistir a los cursos de reciclaje. Algunas de ellas son obligatorias, como darlo de baja como demandante de empleo.

No es la única irregularidad manifiesta. Los profesores de estas acciones eran elegidos «a dedo» por la fundación de Empleo, un ente, a su vez, en el que sus trabajadores tampoco han pasado ningún proceso de selección público. Dice la Cámara de Cuentas que «en el 84 por ciento de los procesos selectivos de los candidatos se producen irregularidades» como «la ausencia de preselección, justificación insuficiente de la valoración emitida en el proceso de selección y falta de entrevistas a los candidatos». La conclusión es evidente: «No se han respetado los principios de acceso a puestos de trabajo en entidades públicas». Además, a cada docente se le pagó una cantidad: 42 euros de media por hora, con una horquilla de más de 20 euros.