Estados Unidos
Ariel Sharon trasladado a su casa en «coma irreversible»
Ariel Sharon, ex primer ministro de Israel y fundador del conservador Kadima, fue trasladado ayer por la mañana a su rancho familiar desde el hospital de Tel Aviv en el que permanecía en coma desde que sufriera un infarto cerebral a principios de 2006.
El traslado de Sharon, de 82 años, a su granja de Sicomoros, en el desierto del Negev, se produce por consejo médico, tal y como explicó el doctor Shlomo Noi, portavoz del Hospital Sheba, a la radio israelí: «No ha habido mejora en su estado. El cambio es el resultado de un pensamiento médico moderno que aboga por que los pacientes crónicos sean tratados en su entorno, no en hospitales», argumentó.
«Dado que el enfermo no muestra apenas respuesta alguna, no hay ningún indicio que haga pensar que pudiera salir del coma. Sólo queda la esperanza», añadió el facultativo.
Ariel Sharon, elegido primer ministro de Israel en 2001, sufrió el 18 de diciembre de 2005 un leve infarto cerebral del que se recuperó, pero días más tarde, el 4 de enero de 2006, padeció una fuerte hemorragia cerebral que le dejó en coma y que obligó que fuera relevado en su cargo por su ministro de finanzas y mano derecha, Ehud Olmert.
Cuando aún era líder de la oposición, en septiembre de 2000, su polémico paseo por la Explanada de las Mezquitas, en plenas negociaciones de paz de Camp David (Estados Unidos) para determinar el futuro de Jerusalén, fue considerado por los palestinos como una provocación, la cual inició la ola de violencia que originó la Segunda Intifada.
El mandato de Sharon como primer ministro será recordado por la decisión de «desenganchar» Gaza del control israelí. Una determinación polémica que tomó en agosto de 2005, y que supuso la retirada del Ejército y de todas las colonias judías del territorio de la franja mediterránea.
Poco antes de su enfermedad, en noviembre de 2005, había abandonado por discrepancias el partido Likud, con el que llegó al Gobierno, y se lanzó a fundar una nueva agrupación, Kadima.
La opción de trasladar a casa al ex primer ministro llevaba siendo discutida desde hace al menos dos años, pues no había atención específica que se le pudiera brindar desde el hospital para mejorar su estado, pero la familia de Sharon rechazaba hasta ahora esa posibilidad, informa «Haaretz». Sin embargo, a principios de esta semana, el Parlamento israelí aprobaba la transferencia anual de 3,2 millones de euros para su atención, que incluía hasta ayer habitación individual, guardaespaldas y atención personalizada de enfermería las 24 horas.
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