El Mirandés ya es eterno (2-1)

«La mayor felicidad del mundo», decía Carlos Pouso, el entrenador del Mirandés, rodeado de sus jugadores y de los aficionados que habían invadido el Anduva después de que su equipo hiciera un milagro. Un milagro más, mejor dicho, porque el modesto conjunto de Segunda B ya había eliminado al Racing y al Villarreal, y ayer pudo con el Espanyol para meterse en semifinales de Copa. Es el segundo de esa categoría que llega tan lejos en la competición en toda la historia. El Mirandés ya es eterno, un grupo inolvidable, el equipo de moda por mucho clásico que se juegue esta noche. «Estoy más feliz que Mourinho y no le llego al barro de los zapatos. Él está triste y está haciendo la de Dios. Es lo que tiene la vida, que los pobres a veces somos más felices que los ricos», dijo, ya más tranquilo, el técnico local en conferencia de Prensa, asumiendo lo que acababan de conseguir.

Y la forma de lograr una hazaña así no podía ser una forma cualquiera. Queda más bonito si se consigue con sufrimiento. Así, el disfrute es todavía mayor. Todo parecía perdido cuando Rui Fonte marcó el 0-1 al comienzo de la segunda parte. El conjunto de Pouso necesitaba dos goles y empezaba a estar agotado. «Pero en la entrada pone, "Esto es el Anduva"(como el "This is Anfield"del Liverpool)», afirmó Pablo Infante tras el encuentro. Quería decir con ello que el público no se iba a rendir y ellos, tampoco. La gente de Miranda de Ebro vistió el pueblo de rojo y negro, los colores que les hacen sentirse orgullosos, y ese tanto no les iba a quitar la ilusión. El propio Infante, «Pichichi» de la Copa, logró el empate con un tiro lejano que rebotó en un jugador del Espanyol. El Mirandés había sido mejor desde el principio, más ofensivo, más valiente, y siguió intentándolo sin desfallecer. En la última jugada, en una falta lateral, Caneda se lanzó para cabecear el 2-1 y provocar la locura. La noche fue larga en Miranda de Ebro. No es para menos. El Athletic o el Mallorca tendrán un hueso en semifinales.

Y hoy,a la oficina
Pablo Infante cerró a primera hora de la tarde la sucursal de Caja Círculo que dirige en Quincoces de Yuso, y por la noche de vistió de corto para convertirse en héroe. Banquero de día, héroe de noche con el Mirandés. Así se escribe la historia de este equipo, líder del grupo III de Segunda B,
con un presupuesto de apenas un millón de euros, y que el pasado mes de junio estuvo a un paso de subir de categoría. «Mañana [por hoy] nos toca trabajar, pero esta noche lo vamos a celebrar. Gracias a España por su apoyo», gritaba Infante en el vestuario.


Ficha técnica:
2 - CD Mirandés: Nauzet; Garmendia, Caneda, Corral, Raúl García; Martins, Garro (Lambarri, min. 57); Iribas (Muneta, min. 73), Mujika (Borrell, min. 68), Pablo Infante; y Alaín.
1 - Espanyol de Barcelona: Casilla; Galán, R. Rodríguez, Moreno, Dídac; Baena, Forlín; Weiss (J. López, min. 88), Albín (Thievy, min. 63), Romaric (Verdú, min. 73); y Rui Fonte.
Goles: 0-1, min. 46: Rui Fonte; 1-1, min. 58: Pablo Infante; 2-1, min. 90+2: Caneda.
Árbitro: Ayza Gámez (comité valenciano). Amonestó a Garmendia, del Mirandés, y a Weiss, Galán, Dídac y Casilla por parte del Espanyol
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey celebrado en el estadio municipal de Anduva ante 5.858 espectadores (lleno absoluto).