Estados Unidos
«Una iglesia pequeña y marginal»
Internet ha conseguido que un oscuro pastor evangelista de Florida, casi sin feligreses, alcance una repercusión mundial
Si hay alguien que puede sentirse desgraciado, y con razón, por las andanzas del pastor Jones es el señor alcalde de Gainesville, Craig Lowe, cuya acogedora ciudad acaba de saltar a la palestra mundial y no precisamente por la fama de su Universidad. Ayer, mientras firmaba atribulado la autorización para que sus policías hagan horas extras, y las cobren, se preguntaba cómo era posible que «una pequeña y marginal iglesia, que avergüenza a nuestra comunidad» haya podido montar tamaño espectáculo.
La respuesta, sin embargo, es elemental. A quien los medios de comunicación norteamericanos describen como «oscuro pastor» le ha bastado con unir tres conceptos: 11–S, Corán y amenaza. Internet y la fácilmente excitable sensibilidad de una parte de los musulmanes, expertos en la sobreactuación interesada. Porque, en realidad, Terry Jones y su esposa Sylvia, los fundadores de la comunidad «Pentecostal de alcance mundial», llevaban un par de años agitando el fantasma del islam sin que, prácticamente, nadie les hiciera caso.
Jones, de cuya biografía apenas trasciende que ha pertenecido a diversas congregaciones evangélicas hasta que decidió instalarse por su cuenta, es el autor de un libro titulado «El islam es el demonio» del que, salvo alguna venta por internet, nadie había hecho el menor caso. Pero no hay que negarle dotes para el marketing. Hace un año adornó su pequeño templo con la frase que da título a su libro y consiguió que un grupo de adolescentes acudiera al colegio con unas camisetas anti islámicas. Les expulsaron y, gran éxito, su iglesia salió en la televisión local.
El resto fue sobre ruedas. Bastó con anunciar que iba a quemar coranes para que le llovieran las entrevistas. «Para Europa ya es tarde, pero Estados Unidos aún puede defenderse de la invasión islámica», es el mensaje que, machaconamente, repite cada vez que le preguntan. El repudio es general, incluso de la Asociación de Iglesias Evangélicas de EE UU que no son sospechosas de liberalismo. Ante el mundo musulmán se puede aducir que no es más que un integrista, pero el mal está hecho. Y los del otro lado también saben de marketing.
«Diez razones para quemar el Corán», según el pastor Jones
- El Corán enseña que Jesucristo, el Crucificado, Resucitado Hijo de Dios, Rey de Reyes y Señor de Señores NO era el Hijo de Dios, ni fue crucificado (un hecho histórico bien documentado que solamente el islam niega). Esta enseñanza elimina la posibilidad de salvación para todos los creyentes del Islam.
- El Corán no es de origen divino; es obra humana.
- El Corán incluye idolatrías originarias de Arabia Saudí.
- Los primeros escritos sobre el profeta Mahoma se registraron 120 años después de su muerte. Todos los textos conservados desde esa fecha son confusos, contradictorios e inconsistentes.
- La vida de Mahoma no siempre fue ejemplar. Su período de la Meca parece haber sido motivado por la religión y la búsqueda de la verdad. Pero en Medina parece que se «corrompió por el poder y las ambiciones mundanas».
- La ley islámica es de carácter totalitario. No hay separación Iglesia–Estado. Es irracional y se debe aceptar sin crítica. Tiene muchas similitudes con el nazismo y el comunismo.
- El Islam no es compatible con la democracia y los derechos humanos.
- Un musulmán no tiene el derecho a cambiar de religión. La apostasía es punible con la muerte.
- En lo profundo de la enseñanza islámica late el miedo y el odio a Occidente.
- El islam es un arma del imperialismo árabe.
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