Barberá y Camps víctimas de la protesta

VALENCIA- La protesta estudiantil que lleva toda la semana cortando las calles de la ciudad de Valencia, unas veces con permiso y otras sin autorización, volvió ayer a salir a la calle para manifestarse, realizando el recorrido habitual de los últimos días.
Saliendo del Instituto de Educación Secundaria Luis Vives -inicio de las protestas de los estudiantes valencianos-, unas decenas de jóvenes se dirigieron hacia el domicilio del ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.

Allí les esperaban una decena de agentes de la Policía Nacional custodiando la entrada.

Después, se encaminaron de nuevo hacia las inmediaciones de la casa de la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, donde permanecieron unos minutos. Fuentes del Consistorio aseguraron ayer que este tipo de concentraciones impiden la normalidad de la edil y coartan su libertad para salir y entrar de su hogar.

Finalmente, caminaron hacia la Delegación del Gobierno, reiterando la exigencia de que la delegada, Paula Sánchez de León, dimita de su cargo.

Horas después, seguían dando vueltas y gritando por las calles de la ciudad, precedidos siempre por agentes que no caían en sus provocaciones.

No es la primera vez que estos manifestantes protestan a las puertas de cargos públicos de la Comunitat.

El pasado martes, otro grupo de alumnos se apostó a las puertas de la casa del actual presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra.

Anteriormente, alumnos, padres y profesores del Instituto Lluís Vives de Valencia han realizado hoy una cadena humana alrededor del centro educativo y han leído un comunicado en el que quisieron aclarar la cronología de las protestas.

Un portavoz de la comisión del IES leyó un documento en el que ha asegurado que hasta el pasado día 15 eran las mismas reivindicaciones que las del resto de centros, contra los recortes en la educación pública y los impagos de la Generalitat. Según el comunicado, los días 13 y 14, un grupo de unos 40 alumnos del instituto decidieron «voluntariamente cortar el tráfico cuando se encontraron con los furgones.