Costa de Marfil

El Ejército apoya el fraude electoral en Costa de Marfil

Costa de Marfil, con dos presidentes investidos, corre un serio riesgo de que se reanude la guerra civil, que dividió al país entre 2002 y 2007 y acabó de arruinar uno de los más prometedores estados de África

Gbagbo juró el cargo antes que su rival
Gbagbo juró el cargo antes que su rivallarazon

Ayer, Laurent Gbagbo, jefe del Estado desde hace diez años, juró como presidente ante Paul Yao N'dré, presidente del Consejo Constitucional, máxima instancia judicial que el viernes le proclamó vencedor de las comicios del 28 de noviembre.

En el acto, en el que estuvieron los mandos militares, tanto Gbagbo como N'Dré criticaron a la comunidad internacional, que ha reconocido, lo mismo que la oposición, que el vencedor en las elecciones fue su rival, Alassane Ouattara, y lo calificaron de «injerencia» en los asuntos internos de Costa de Marfil. N'Dré, aliado y familiar de Gbagbo, no reconoció los resultados que el jueves anunció la Comisión Electoral Independiente (CEI), que daban un 54% de votos a Ouattara y un 46 % al actual gobernante.

El Consejo Constitucional anuló las votaciones en siete departamentos, donde tenía amplia mayoría Ouattara, lo que propició un resultado, según N'Dré, de 51,5% de votos para Gbagbo y un 48,5% para Ouattara. Horas más tarde, en un correo electrónico, uno de los principales colaboradores de Ouattara informó a Efe que éste había sido investido tras ganar los comicios presidenciales, según los resultados difundidos por la CEI. Ouattara, decía el mensaje, «fue investido esta mañana y su designación se comunicó al Consejo Constitucional».

En estas circunstancias, la tensión aumenta conforme pasan las horas en Costa de Marfil, donde el peligro de que se reanude la guerra civil es cada vez mayor, ya que, mientras las Fuerzas Armadas controlan el sur, las Fuerzas Nuevas de Soro, que no se desarmaron tras la guerra civil, controlan el norte. Los militares, fieles a Gbagbo, cerraron las fronteras del país nada más conocerse los resultados anunciados por la CEI, pero los pasos fronterizos del norte, con Mali y Burkina Faso, en la zona dominada por las Fuerzas Nuevas, están abiertos al tránsito, según aseguran los residentes.