«Controlamos a diario lo que beben los jugadores»

-¿Qué hay que comer antes de una prueba deportiva?-En casi cualquier deporte, la gasolina que utilizamos, sobre todo cuando requiere un ejercicio un poquito intenso y de cierta duración, son los hidratos de carbono, o el glucógeno que viene de ellos. Por ello, hay que recurrir a los alimentos que más hidratos de carbono poseen como los arroces, las pastas, los cereales, las frutas… Así, se asegura que nuestros deportistas lleguen a entrenar y a competir con esos depósitos lo más llenos posibles. -¿Hacer deporte y, vivir de él, exige una alimentación muy rigurosa?-No tanto como se piensa. Con lo único que tienen que tener cuidado es con llegar a las competiciones con los niveles de glucógeno lo suficientemente recuperados. Por eso, aconsejamos que la dieta de un deportista se componga, al menos, de un 60 o 70 por ciento de hidratos de carbono. Sabemos, por los estudios que hacemos, que lo normal es que nos apoyemos más sobre las grasas, que nos gustan y nos sacian más y eso va en detrimento de los hidratos de carbono y deriva en que se acumule grasa donde no se debe y que no se recuperen los depósitos de glucógeno de la forma que necesitamos. -¿Los diferentes deportes exigen alimentaciones distintas?-Los deportes de tipo sprint no requieren una dieta con tantos hidratos de carbono como los de equipo, tipo baloncesto, rugby o fútbol, sobre todo si tienen entrenamientos intensos a diario o varios partidos cada tres días como sucede ahora en el Mundial. -¿Hay alimentos prohibidos?-Más que los alimentos y de la cantidad, lo importante es el tiempo. A medida que nos vamos acercando a la competición las comidas deben ser de digestión lo más fácil posible. Es decir, sin exceso de grasa, ni condimentos o picantes, para que no repitan. Conviene evitar, además, las comidas flatulentas y las bebidas con gas, entre otros. -¿Es muy importante la hidratación tanto antes, como durante y después del ejercicio?-A diario intentamos controlar lo que beben los jugadores y, para ello, los pesamos antes y después de los partidos para saber el líquido que tienen que recuperar. Nuestra estrategia es que una hora y media antes beban medio litro de agua, en el descanso entre 500 y 600 mililitros en forma de bebida deportiva porque tiene un poquito de azúcar y les da más energía para la segunda parte y, además tiene sales y así el líquido se retiene más y se elimina menos. Si el ejercicio ha sido muy intenso y de más de cuarenta y cinco minutos se pueden tomar una bebida de reposición justo después.