Graffitis y Sra Rushmore

Los nueve meses de campaña que se ciernen sobre la ciudad prometen, al menos, dejar imágenes para la posteridad, sean públicas o imaginadas: el candidato del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, escoltado por un grupo de música heavy o por un joven «graffitero» que le dibuja un panel que le sirve de fondo para su presentación oficial, o su contendiente del PSOE, Juan Espadas, aconsejado por una sonriente y entrañable anciana anglosajona sobre como «venderse» para superar su desconocimiento ciudadano. Sirva el símil para explicar que los socialistas tienen intención de dejar en manos de la afamada agencia Sra. Rushmore la imagen de su hombre en liza.

- Al más alto nivel.
La elección de esta empresa publicitaria deja claro que el PSOE está más que dispuesto a poner toda la carne en el asador para recuperar el tiempo perdido en cuitas internas. Más que reconocida a nivel nacional e internacional, esta agencia madrileña lleva la creatividad por bandera y en su extensa cartera de clientes tienen cabida desde Coca-Cola o El Corte Inglés hasta Movistar, Flex o el Comité Olímpico Internacional. Suyos son los archiconocidos «spots» de Aquarius, el Atlético de Madrid o la «corazonada» olímpica de Madrid 2016.

- El precio de la fama.
De la mano de la Sra. Rushmore, algunas fuentes auguran que los sevillanos verán la cara de Juan Espadas en todas partes a partir de octubre, en cada farola, en cada marquesina, en cada «mupi» publicitario. Aunque más tarde que temprano –conviene no olvidar que la ejecutiva federal todavía tiene que confirmar su candidatura–, este momento tenía que llegar: el PSOE movilizando todos sus recursos para impulsar a su nuevo aspirante a la Alcaldía. Y todo indica que lo hará cueste lo que cueste. De momento, Juan Espadas no ha hecho comentario alguno sobre el presupuesto previsto para su promoción electoral. En cambio, Juan Ignacio Zoido repite cada vez que tiene ocasión que la máxima de su campaña en estos tiempos de crisis es la austeridad, y se fotografía con jóvenes «graffiteros» o técnicos independientes que colaboran en su proyecto de manera desinteresada. Al menos, el candidato socialista no se arriesga a pillarse los dedos...

- Coincidencias.
La imagen y el conocimiento ciudadano de los aspirantes a la Alcaldía son fundamentales, y lo serán más conforme se aproxime la cita electoral de mayo de 2011. Pero en el ámbito estrictamente político, de los proyectos y las propuestas, Espadas y Zoido han dibujado prácticamente el mismo campo de batalla: la calle. A la espera de que se visualicen las aportaciones que pueda hacer la Sra. Rushmore, resulta hasta escalofriante escuchar a los dos candidatos hacer casi idénticos llamamientos a la movilización social. Su objetivo es el vecino en su barrio. En los últimos años, el portavoz municipal del PP ha agotado al Gobierno «bicolor» de PSOE e Izquierda Unida con su omnipresencia en las barriadas. En los próximos meses, parece que habrá más de lo mismo del lado socialista: la visita de Juan Espadas, revestida de «invitación», a un colegio de Torreblanca en el inicio del curso escolar es sólo el principio.

- Divergencias.
En publicidad, las ideas sencillas siempre calan mejor entre los potenciales clientes. En política, lo más simple es enfrentar a la izquierda y la derecha, y éste es el camino que no parecen dispuestos a perder el PSOE y su candidato. Juan Espadas ha utilizado en más de una ocasión este argumento, y tampoco extraña ante el empeño de Zoido por recabar el apoyo de los progresistas descontentos, aunque sea sólo por un día: el 22 de mayo de 2011.